¿Por qué no consigo tener una buena erección?


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Debido a los mensajes que me habéis enviado algunos de vosotr@s y a  las sugerencias de mis pacientes, tenía pensado empezar esta semana con una sección de vídeoblog, pero  como la psicología se me da bastante mejor que la tecnología... no he conseguido subir el vídeo que he grabado, así que  habrá que esperar a que esta psicóloga  se haga con ello mientras entrena en el mundo de la informática su baja toleracia a la frustración.
El tema del vídeo no tiene nada que ver con el post de hoy pero como  me han surgido esta semana varios casos de  trastornos sexuales, me he dicho que era un buen tema para el domingo por la tarde. Así que aquí estamos, hablando  de la disfunción eréctil (DE)
Resultado de imagen de disfunción erectilLa DE afecta aproximadamente a un 50% de los hombres mayores de 60 años, aunque también  la padecen  hombres más jóvenes. La DE suele asociarse a problemas médicos tales como: hipertensión, hipocolesterolemia, diabetes y síndrome metabólico. El estilo de vida también es importante, de forma que factores como: el tabaco, la obesidad o la falta de ejercicio, también se relacionan con la aparición de este trastorno sexual. Todos esos factores hay que tenerlos en cuenta porque pueden ser la causa directa del problema, por lo que si fuera el caso habría que tratarlos antes de hacer terapia o usar cualquier tipo de fármaco indicado específicamente para la DE.


Llamamos DE orgánica a aquella que  se da de forma temporal siendo  alguno de estos factores mencionados la causa del trastorno. Se dice que la DE es de tipo psicogénico cuando no hay ninguna causa orgánica que la justifique. También te recuerdo que la DE se  divide en primaria y secundaria, la primaria sería cuando el hombre nunca ha logrado tener una erección completa y la secundaria cuando sí ha podido mantener erecciones completas previas a la aparición del trastorno.


A día de hoy, hay intervenciones quirúrgicas para tratar el problema, aunque no son recomendables para cualquier tipo de paciente y además son muy invasivas, por lo que  se escogen como última alternativa. También nos encontramos con tres posibilidades farmacológicas a tener en cuenta: Viagra, Cialis y Levitra, que suelen mejorar la erección del 75% de los hombres que las toman. Aunque el hombre consigue la erección, el uso de estos medicamentos falla a la hora de tratar el problema de base (sea de tipo individual o de pareja). Lo que se suele aconsejar es un tratamiento conjunto, es decir, fármacos junto a terapia psicológica, individual o de pareja, según  requiera el caso.

Para que te hagas una idea de lo que sería un esquema básico de terapia para estos casos, las fases serían las siguientes:


1. Reducción de ansiedad y desensibilización.

Esto está muy relacionado con el rol del espectador, es decir, el hombre está centrado en cómo se desarrolla el acto sexual (tengo una buena erección, no la tengo, no lo voy a conseguir, estoy demasiado nervioso, parece que la estoy perdiendo, ya debería tenerla, mi pareja se va a cansar y de un momento a otro me va a preguntar, estará pensando que...) y no  en la estimulación erótica, lo que va a dificultar en gran medida una relación sexual satisfactoria. El problema no es la ansiedad en sí misma sino los efectos asociados a la distracción por estar  nervioso, que hacen que el paciente "no esté donde tiene que estar" en esos momentos.


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2. Intervenciones cognitivo-conductuales.

La psicoeducacción es básica  para  deshacer falsas expectativas y creencias irracionales sobre las relaciones sexuales. Una buena educación en el terreno sexual nos ahorrará muchos problemas (frustración, discusiones, incomprensión, agobio...).

El entrenamiento en imaginación junto con masturbación también es una técnica recomendada para aumentar el control y la confianza en uno mismo en el terreno sexual. De hecho, muchos profesionales lo recomiendan al inicio del uso de medicamentos para  que el paciente se sienta más cómodo y se familiarice con los efectos del fármaco en su cuerpo. Aún así, hay que tener cuidado con que el paciente no use las fantasías como un parche para no admitir que ya no siente deseo sexual por su pareja, por lo que está técnica tiene que ser algo temporal. La Focalización Sensorial, es una buena alternativa, ya que son los dos miembros de la pareja los que participan en la terapia sexual.


3. Incremento de la estimulación sexual.

La forma en la que la pareja pueda alcanzar el orgasmo es fundamental ,es decir, si puede conseguir orgasmos sin necesidad de penetración (con sexo oral o con masturbación, por ejemplo),  va a disminuir en gran medida la ansiedad del paciente y esto aumenta las probabilidades de éxito terapéutico y disminuye la tensión o problemas que el trastorno pueda causar en la pareja.


Es importante evaluar el "guión sexual" (sexual script) que sigue la pareja. Evaluaremos el nivel de rigidez, satisfacción, convencionalidad y complejidad para ver qué cambios convendría realizar con el fin de favorecer la estimulación sexual adecuada y así obtener una buena erección.


Por otra parte, hay que tener en cuenta que las necesidades varían según la edad. Por ejemplo, en los hombres mayores de 60 años, aumenta la necesidad de una mayor estimulación directa del pene para conseguir una erección que quizás antes podía conseguirse de forma más espontánea. Si esto no lo sabe la pareja, ésta puede pensar que la ausencia de erección es debida a un bajo deseo sexual o la falta de atracción, lo que puede minar su autoestima y perjudicar la relación entre ambos.


4. Entrenamiento en asertividad y comunicación de pareja.

Esto es y siempre será necesario para que cualquier pareja tenga una buena relación, estemos hablando de problemas sexuales o de cualquier otro tipo. Si no hay comunicación de calidad, no puedes conocer al otro y el ámbito sexual no es una excepción. Problemas de comunicación, la falta de intimidad y de confianza, así como la lucha de poder, suelen  venir cogidos de la mano de  los problemas de tipo sexual, incluyendo la DE, con lo que la terapia de pareja se hace necesaria para estos casos.
Y sobre todo, por encima de todo, la pareja ha de tratar el tema con  respeto, cariño y paciencia, dando confianza  y apoyo a la persona que sufre el problema. 

Si eres profesional y estás interesad@ en la terapia sexual, te recomiendo el libro: Principles and Practice of Sex Therapy. Fifth Edition.  Edited by Yitzchak M. Binik and Kathryn S. K. Hall En él podrás encontrar la información que aquí te he resumido y mucho más sobre los trastornos sexuales, así como sus tratamientos médicos, farmacológicos y psicológicos.




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Sara LLorens Aguilar
sllorens@cop.es

www.profesionaldelapsicologia.es

Comments

  1. ¡Gracias por la info sara! es de mucha utilidad, ¡Te seguiré de cerca!

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