El Trastorno
por Déficit de Atención e Hiperactividad es algo comúnmente
diagnosticado a los niños de hoy en día. Lo que cabría plantearse es si quizás
no es un trastorno “diagnosticado en exceso”, pero bueno, eso es otro tema
diferente al que nos ocupa en el
presente post, en el que voy a tratar de aclararte algunas ideas básicas
sobre el llamado TDAH.
El TDAH se
caracteriza por tres tipos de manifestaciones principales: Impulsividad, falta
de atención e hiperactividad.
Impulsividad: El niño interrumpe conversaciones, suelta
comentarios inapropiados, no controla la manifestación de sus emociones, actúa
sin pensar en las consecuencias, no sabe esperar su turno, no puede esperar a
obtener algo que desea, es muy impaciente.
Falta de atención: Puede manifestarse en
dificultad para focalizar la atención en algo, para mantenerla o bien para
cambiar el foco de atención según el estímulo o tarea. Algunas manifestaciones son: Suele parecer que no escucha, tiene
dificultad para organizar las tareas así como para finalizarlas, dificultad en
seguir las instrucciones que se le dan, no presta atención a los detalles…
Hiperactividad: No puede estar quieto, se levanta de su
silla constantemente, no puede estar un cierto periodo de tiempo realizando
tranquilamente una actividad, no para de hablar, toca/coge todo lo que hay
alrededor.
Como te habrás podido percatar, estas
conductas son típicas de cualquier niño
pero los niños hiperactivos las realizan en un grado excesivo. Para diagnosticar a un niño de TDAH ha de manifestar estas conductas en un grado
fuera de lo que caracterizaríamos como normal durante un periodo mínimo de 6
meses.
Para ello tendrías que acudir a un
profesional que evaluaría la situación
con los medios que se requieren para un diagnóstico acertado.
El TDAH se da en los niños y se puede
diagnosticar a partir de los 3-4 años de edad, siendo más predominante entre el género masculino que entre el femenino.
El TDAH tiene tratamiento tanto farmacológico como psicológico y dependiendo del
caso puede requerirse un tipo de tratamiento o ambos, aunque en la mayoría de
los casos el tratamiento suele ser dual.
El problema no desaparece sino que continúa
en la vida adulta, lo que ocurre es que con tratamiento puede disminuir y dejar
que la persona lleve una vida completamente normal en todos los ámbitos.
Hay tres tipos
principales de trastorno, que se clasifican según cuál de las tres manifestaciones es la predominante:
1. Predominancia de la hiperactividad y de la
impulsividad
2. Predominancia de la falta de atención
3. Predominan por igual la impulsividad, la
inatención y la hiperactividad.
En próximos post continuaremos con el tema
Sara Llorens
Aguilar
sllorens@cop.es![]() |
Con posibilidad de terapia vía Skype |
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