Si sigues el blog, sabrás que el último
post trataba de la descripción de un caso dónde se preguntaba por el
diagnóstico y cómo llevarías a cabo la terapia en esta situación en
concret.
Lo primero de todo, agradeceros a todos la participación e interés en el blog y en segundo lugar... vamos con las respuestas.
PREGUNTA 1: ¿CUÁL ES EL DIAGNÓSTICO?

Un elevado nivel de
preocupación y estrés
es lo
que principalmente nos ayuda a diferenciar la mera insatisfacción
corporal (algo que desgracidadamente es el de lo más habitual hoy en
dia) de
una dismorfofobia. Esto se traducirá en una interferencia del trastorno
en el
funcionamiento cotidiano del paciente, en su día a día.
Algunos de vosotros comentaba la Vigorexia
como diagnóstico principal. Bien, no es el caso ya que la Vigorexia se
centra en el aspecto corporal general y no en uno o varios aspectos
físicos en concreto, como suele ser el caso de la dismorfofbia. La principal obsesión de la Vigorexia es conseguir un aspecto corporal más grande y musculado.
Es comprensible que hayais tenido en cuenta este diagnóstico ya que al hablar del tamaño de sus brazos y mencionar los batidos así como el gimansio, podía dar lugar a dudas entre ambos tarstornos. El punto clave es percatarnos de que Juan se obsesiona única y exclusivamente con una parte concreta de su cuerpo y que toda su atención está focalizada en ella. Su objetivo no es agrandar su tamaño corporal ni parecer más musculado, su objetivo son sus brazos.
Alguien ha hablado de un posible remanente de los problemas de alimentación que tuvo en el pasado. No es el caso ya que Juan no muestra síntomas de Anorexia Nerviosa.
PREGUNTA 2: ESTRUCTURA DEL TRATAMIENTO
En este tipo de casos, sería muy recomendable pasarle algunos tests para evaluar la psicopatología de la dismorfofobia en el caso de Juan. Es decir, ver qué síntomas característicos de este trastorno son más intensos y frecuentes (importancia del aspecto corporal, capacidad imaginativa, ideas sobrevaloradas y/o delirios, rumiaciones, ansiedad social, conductas de evitación y/o escape...) en esta persona.
Una vez hecho el diagnóstico, hemos de hacer la formulación del caso, o lo que es lo mismo: dedicar un tiempo a explicar al paciente por qué tiene este problema (factores de riesgo, factores precipitantes, factores de mantenimiento, cómo vamos a actuar y el porqué...).
En este tipo de casos, sería muy recomendable pasarle algunos tests para evaluar la psicopatología de la dismorfofobia en el caso de Juan. Es decir, ver qué síntomas característicos de este trastorno son más intensos y frecuentes (importancia del aspecto corporal, capacidad imaginativa, ideas sobrevaloradas y/o delirios, rumiaciones, ansiedad social, conductas de evitación y/o escape...) en esta persona.
Una vez hecho el diagnóstico, hemos de hacer la formulación del caso, o lo que es lo mismo: dedicar un tiempo a explicar al paciente por qué tiene este problema (factores de riesgo, factores precipitantes, factores de mantenimiento, cómo vamos a actuar y el porqué...).
Aplicación de estrategias cognitivo-conductuales, focalizándonos en los síntomas más destacables (información obtenida en los cuestionarios y entrevista). Exposición in vivo (sin conductas de evitación/ escape), exposición en imaginación, diálogo socrático, flecha descendente y experimentos conductuales serían algunas de las principales estrategias a utilizar para este tipo de casos.
Evidentemente, si nos encontramos con trastornos comórbidos como la depresión u otros tras haber resuelto la dismorfofobia, habremos de dedicar tiempo a ellos. De lo contrarío, serían cabos sueltos que facilitarían futuras posibles recaídas.
Por último, quiero puntualizar un tema muy característico de este trastorno: la posibilidad de cirugía estética. Es un tema complejo y extremadamente delicado ya que hay numerosos matices a tener en cuenta. No es inteligente ni necesario negarse directamente porque no en todos los casos tiene por qué resultar perjudicial. En casos concretos que cumplan ciertas características, una operacion de estética podría resultar una buena opción junto a la terapia. Juan... no era uno de estos casos.
Sara Llorens Aguilar
sllorens@cop.es
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