El Síndrome de Gilles de la Tourette (SGT) se
caracteriza por la manifestación de múltiples
tics motores (arquear las cejas,
chuparse los labios, guiñar los ojos, mover el cuello, levantar los hombros, copropraxia,
ecokinesia, echar los hombros hacia atrás, morderse los labios,…) y uno o varios vocales (gruñidos, chasquear
la lengua, silbar, chupar objetos, gritos, ecolalia, palilalia, eructos,
respiración exagerada…) durante un periodo
superior de 12 meses. Los tics surgen de forma cotidiana e
interfieren en el funcionamiento diario de quien lo padece.
El síndrome es mucho más frecuente en los niños que en las
niñas, al igual que ocurre con otros trastornos infantiles como el TDH o el TDHA.
Entre los 4 y 8 años de edad es normal que los niños tengan algunos tics o
hagan ciertos movimientos que los padres consideren pequeñas manías y de ahí a que los pasen por alto y el problema no
se diagnostique tan pronto como debería. Sin embargo, la realidad es que el SGT
puede diagnosticarse muy temprano, a los 2 años de edad.
Los tics motores y simples suelen ser los primeros en aparecer para luego ir seguidos de los
vocales o sonoros. También es cierto que la
parte superior del cuerpo suele ser la primera afectada para luego ir extendiéndose a los miembros
inferiores. Los tics complejos (recordemos que son los que utilizan más de un
músculo) suelen manifestarse a la edad de 12 años. Es alrededor de esta edad (12-16) cuando el SGT tiene su mayor auge.
Ya anteriormente te hablé de los tics, movimientos que definimos como: rápidos, inesperados, estereotipados y repetitivos. Aunque aparentemente
podrían confundirse con trastornos por
control de impulsos (tricotilomania, onicofagia…) o con las compulsiones en el
TOC, la función de estos movimientos es distinta así como las situaciones en
las que surgen:
- Tics: surgen en situaciones de tensión interna, frustración, excitación o aburrimiento. La persona no se percata apenas del movimiento.
- Compulsiones
en TOC: surgen en situaciones en
las que hay un elevado nivel de ansiedad debido a la obsesión y su función
es disminuir dicha ansiedad. La persona es consciente completamente del movimiento.
- Movimientos en Trastorno de Control de Impulsos: surgen como respuesta a emociones negativas o a una necesidad de estimulación. La persona puede ser más o menos consciente de su acto aunque la percepción es mayor que en los tics.
Hay dos escalas que sirven para
el diagnóstico del SGT pero ambas están en inglés, con lo que a día de hoy no
son útiles para población no anglófona. Además de la entrevista clínica, una forma
bastante útil de evaluar al paciente es grabarle en vídeo sin que se de
cuenta para observar su comportamiento
cotidiano y consecuentemente sus tics motores y vocales (número, intensidad,
frecuencia, interferencia, complejidad, situaciones en las que se presenta…).
Como los pacientes con SGT son niños, suelen ser los padres quienes se encargan
de realizar estas grabaciones caseras para ayudar al profesional a un correcto
diagnóstico del problema.
Lo que te comento aquí de forma resumida lo puedes tener de forma mucho más extensa en Quand le corps fait a sa tête. Le syndrome de Gilles de la Tourette. Julie Lecrerc, Jacques Forget et Kieron O Connor.
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Sara LLorens Aguilar
sllorens@cop.es
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