Hoy
quiero hablarte de las causas del Síndrome de Gilles de la Tourette (SGT). Como suele ocurrir en psicología…aún queda mucho por investigar en el campo
y la lógica lleva a pensar en un modelo multifactorial donde todas
las perspectivas pondrían su granito de arena para dar lugar al síndrome en
cuestión. Factores neurológicos, ambientales, genéticos y conductuales
se reúnen para dar lugar a la aparición y desarrollo
de este síndrome.
A nivel neurológico, se ha demostrado claramente la
presencia déficits cognitivos a nivel frontal. También se baraja la
posibilidad de un problema neuroquímico relacionado con el balance de
la dopamina y de la serotonina, aunque todo queda en
hipótesis puesto que no se conoce nada con certeza y los cambios neurológicos
vistos hasta el momento podrían ser tanto causa como consecuencia del síndrome.
No obstante los fármacos antagonistas de la dopamina han demostrado ser
eficaces para la disminución del los signos del trastorno.
Con respecto a
la genética, se sabe que
hay un 50% de probabilidades de que un progenitor con SGT tenga descendencia
con el mismo problema. Las probabilidades de que una niña herede la enfermedad son alrededor
de un 30% menos que en el caso de un hijo varón.
También nos encontramos con hipótesis psicosociales
y perinatales. Recalcar con respecto a las psicosociales que presentan los
tics como algo aprendido a través de la imitación y mantenido por refuerzos
positivos (mayor atención, preocupación…) y/o negativos (tics
como medio de descargar tensión emocional y muscular). Con respecto a las
hipótesis perinatales se propone que los PANDAS podrían
ser una de las causas que lleven a los recién nacidos a desarrollar el
síndrome.
Con respecto al mantenimiento del trastorno, varios estudios han demostrado que situaciones que estresan a la persona, pueden provocar un aumento de los tics. También se ha visto que los propios pensamientos que tiene el individuo acerca de sus tics, influyen en la presencia de los mismos.
Con lo que hay varios factores ambientales que contribuyen a que en
determinadas situaciones se agraven los signos.
Por otra parte,
otro posible factor que mantendría el síndrome sería lo que llamamos tics
sensoriales, que son descritos por los pacientes como una sensación
corporal repentina (calor, pesadez, picor…) que resulta incómoda y crea
tensión. Esta tensión, que suele representar un cierto nivel de tensión
muscular subyacente, desaparece realizando un tic motor o vocal. Si te fijas,
el tic motor o vocal actúa a modo de refuerzo negativo, es decir,
haciendo desaparecer algo que nos resulta desagradable (tic sensorial) Con ello
lo que ocurre es que la persona repite los tics cada vez que la sensación
incómoda aparece. En las personas en las que los tics sensoriales preceden los
tics motores o vocales es más fácil trabajar el problema ya que conocemos
el estímulo detonante y por lo tanto podemos controlar mejor la
situación. A raíz de esto, hay autores que proponen una posible
hiper o hiposensibilidad que caracterizaría a las personas con SGT y que
conllevaría reacciones exageradas por parte del niño con el objetivo de
compensar ese déficit sensorial.
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Posibilidad de terapia online |
Sara LLorens Aguilar
sllorens@cop.es
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