Hoy voy a hablarte de algo muy
práctico que puede resultarte de especial utilidad si eres estudiante de psicología. Te voy a comentar algunas de las
posibles situaciones que pueden darse en consulta y de cómo tratarlas. No voy a
generalizar porque cada profesional tendrá su forma de reaccionar ante
situaciones similares, así que voy a
hablarte de lo que hago yo cuando por ejemplo...
1...Un
paciente acude a consulta diciéndote que le ha sucedido algo o está
preocupado por algo que le tiene alterado y ese "x" nada tiene que
ver con la terapia que seguimos....Desde mi punto de vista, hay dos
opciones: seguir con el tema habitual de terapia y no hacer mucho hincapié en
la novedad o centrarnos en ésta última y orientar al paciente acerca de las
posibilidades de interpretación y
actuación ante la situación que le preocupa.
Si no veo al paciente
especialmente preocupado o nervioso por el tema reciente, suelo atenderlo de
forma superficial para dar paso a los temas de terapia. Si veo que realmente le
preocupa, suelo tratarlo con mayor atención e incluso dedicarle toda la sesión
si es necesario. En primer lugar, es una muestra más de empatía. En segundo, si
no lo hacemos así, lo más probable es que el paciente no aproveche la sesión
porque no va a estar centrado en lo que se habla ya que en esos momentos no es
su prioridad.
Suelo decirles que, igual que el
problema no surgió de una día para otro,
la solución llega de la misma forma, poco a poco, con esfuerzo y
perseverancia.
3...Un paciente te dice que no es capaz de
hacer bien las tareas o que no trabaja lo suficiente. Normalmente
esto me pasa con las personas que precisamente sí suelen esforzarse y trabajar (que en mi caso son la mayoría, todo hay que
decirlo) y suelen ser muy duras consigo mismas. A las pruebas nos remitimos:
les saco su expediente y les enseño todo el trabajo, de su puño y letra, hecho
hasta ahora. Y también suelo decirles que quién tiene que decidir si un
paciente trabaja o no en consulta es el profesional, que es quien pone las
tareas.
4...Un paciente que no hace las tareas
repetidamente. Me he encontrado con pocos pero cuando pasa, es
recomendable recalcarles la importancia
de las mismas y cómo influye en el ritmo del proceso terapéutico. Usar ejemplos
es más que recomendable. Si continúan
con el mismo ritmo, tras varios toques de atención, al final me decanto por no
enviar tareas en esos casos. No es la mejor opción pero siempre tenemos que
tener en cuenta que el profesional no debe de estar más motivado que el propio
paciente.
Suelo utilizar bastante el email
para consultas que no son urgentes pero
tampoco tiene por qué esperar hasta la próxima sesión. En mi caso, la respuesta a mis pacientes
suele ser siempre en el mismo día que me escriben.
Y hasta aquí. El tema da mucho de
sí, así que probablemente nos encontremos con otro post similar en un futuro
próximo.
![]() |
Posibilidad de terapia por Skype |
Únete a nuestro grupo de Facebook
Sara LLorens Aguilar
sllorens@cop.es
Comments
Post a Comment