El otro día leí un artículo de Marino Perez que me resultó muy interesante. El tema iba sobre la activación conductual para la depresión. Como creo que es un artículo que merece la pena tener en cuenta, te resumo las principales ideas en este post.
La Activación Conductual(AC) concibe la depresión como un
problema situacional, es decir, FUERA del individuo y no dentro, como presuponen
todas las teorías médicas al respecto. Por lo tanto, hay que cambiar la
situación del individuo para que dichos cambios repercutan en su estado de
ánimo. Desde este punto de vista, la terapia cognitiva no solo se hace
innecesaria sino que no tendría sentido su aplicación en estados de ánimo
depresivos.
La AC se ha demostrado más eficaz que la terapia cognitiva de Beck e igual de eficaz que la medicación
antidepresiva. Con estos datos, deberíamos, cuanto menos, tenerla en cuenta a la hora de tratar a nuestros pacientes.
En el artículo se habla de los principios de la terapia de AC para la depresión, que vamos a resumir a continuación:
2. Las conductas (pensamientos, emociones y conductas motoras) que lleva a cabo a cabo
la persona con depresión no son meros
síntomas sino que son mantenedores del estado depresivo, nutren el problema
dándole más fuerza. No son meras manifestaciones del problema sino que son agentes activos que mantienen y agravan el trastorno.
3. El objetivo de la AC no es
un simple aumento de la actividad cotidiana del paciente. Las actividades a
llevar a cabo estarán relacionadas con el nivel de refuerzo, las necesidades
vitales, los valores, las circunstancias... de la persona en cuestión.
4. Es importante que la persona
acabe siendo una experta en reconocer cómo y de qué manera influyen sus
acciones en su estado vital, de esta forma puede cambiar lo que no le conviene a su salud mental y mantener o acentuar lo que le está ayudando.
Si hablamos de los fundamentos de la aplicación de la AC, nos centraríamos en lo siguiente:
- Se centra en las actividades del individuo y el contexto en el que se llevan a cabo.
- Enseña al individuo a aceptar sus emociones y por lo tanto a llevar a cabo las actividades aún cuando el estado de ánimo no es el deseado. El orden es el siguiente: 1º la acción y 2º la motivación.
- Es necesario estudiar los patrones de respuesta que están manteniendo el estado depresivo, por lo que el uso de registros será una herramienta frecuente en la práctica.
- La terapia enseña al individuo a localizar los antecedentes y consecuentes de sus acciones para observar cómo estos influyen en su estado de ánimo y de qué forma.
Desde la perspectiva de la AC, la
evitación
conductual es el principal problema del estado depresivo. De hecho, la
AC concibe la depresión como una
evitación conductual en sí misma. Cuando hablamos de evitación
conductual estamos hablando de acciones (pensamientos, emociones y conductas
motoras) que nos alejan de lo que queremos conseguir: el bienestar.
Por otra parte, el contexto terapéutico va a ser esencial. Lo es para cualquier terapia pero para la AC lo será aún más ya que,como te he mencionado, concibe el contexto como la cuestión clave. La relación terapéutica nos sirve para enseñar a la persona cómo tiene que actuar y cómo sus actuaciones repercuten en él o ella.
Hay que recuperar rutinas interrumpidas
o buscar nuevas que sustituyan a las antiguas. Normalmente un estado de ánimo
depresivo empieza tras la ruptura de rutinas cotidianas, esenciales para dar
cierta estabilidad a la vida de cualquier individuo.
La AC concibe el afrontamiento
pasivo es enemigo de la mejoría. Por lo tanto se propone al individuo
como agente activo que tiene que actuar para mejorar y no esperar a mejorar
para actuar.
Lo dicho: a tener muy en cuenta.
Lo dicho: a tener muy en cuenta.
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Sara LLorens Aguilar
sllorens@cop.es
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