Decidí apuntarme para estar al tanto de las nuevas investigaciones y su puesta en práctica en este campo. Leer artículos, libros y demás está muy bien para ponerse al día pero hay que reconocer que los cursos pueden hacerse mucho más amenos, además de aportarte información (si el profesional que lo da es bueno) que los libros no pueden.
Ya he escrito algunos post sobre
el tema de las conductas adictivas, como
aquel en el que te explicaba el modelo de Prochanska y DiClemente sobre los
diferentes estadios por los que pasa una persona a lo largo del tratamiento e incluso antes de iniciar el mismo.
En el curso se nos ha empezado a
hablar de la técnica de exposición para el tratamiento de las conductas adictivas. Te puedes plantear
que esta estrategia es incompatible con el control de estímulos (CE), estrategia más que conocida y generalizada para
el tratamiento de este tipo de trastornos. Bien, esto es cierto. Si te expones
al estímulo, no puedes evitarlo. Es una contradicción.
Sin embargo, hay una gran parte
de los casos en los que nos encontramos con tantos estímulos relacionados con la adicción
en cuestión que el CE se hace imposible de llevar a cabo porque hacerlo implica
que la persona no puede hacer vida. También parece ser que hay estudios que han
comprobado que con esta técnica las personas siguen reaccionando al estímulo
que supone la droga, aunque pase mucho tiempo tras finalizar el tratamiento. Es
decir, siguen siendo vulnerables a la sustancia y por lo tanto existe la
posibilidad de recaída.
Para este tipo de casos parece
ser que el uso de la exposición, combinada con otras estrategias terapéuticas,
da buenos resultados. No obstante han de realizarse muchas más investigaciones
al respecto para comprobar y generalizar su eficacia. La exposición tiene como objetivo reducir el craving o deseo/urgencia de llevar a cabo la conducta adictiva, ya
que se considera que este deseo es el principal causante de las recaída. Desde
esta perspectiva, se considera que el craving está condicionado a ciertos
estímulos a través del llamado Condicionamiento
Clásico y que por lo tanto puede trabajarse con la exposición para eliminar
dicho condicionamiento o asociación entre estímulos. En el caso de la adicción
a las drogas, conducta adictiva en la que
la exposición ha sido más estudiada, se expone a la persona a una situación típica de consumo de la sustancia sin que dicho
consumo tenga lugar.
Evidentemente, como toda
exposición, ha de llevarse a cabo con pautas muy estrictas para que sea
realmente una estrategia de afrontamiento y no de sensibilización. Esto último
(esencial) ya lo hemos comentado en ocasiones anteriores cuando te he hablado
de tratamiento de exposición en otros trastornos. En el caso de las adicciones
parece ser que no es aconsejable llevar a cabo un tratamiento de exposición
hasta que el paciente lleve una media de 3 meses sin consumir.
Más en próximos posts!
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Sara LLorens Aguilar
sllorens@cop.es
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