Si estás interesado en participar en nuestro estudio de investigación sobre TOC, por favor pincha aquí
Aún me acuerdo cuando oí por primera vez la palabra Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Yo hacía relativamente poco que había empezado la carrera de psicología y salía del mundo de la farmacia, el cual no tiene absolutamente nada que ver con la psicología en ningún aspecto. Ni de lejos. Pensaba que estaba "en desventaja" por tener cinco años más que el resto de mis compañeros de clase. Así que decidí que tenía que compensar esa supuesta desventaja, con lo muy pronto empecé a hacer prácticas voluntarias en gabinetes psicológicos. Aún recuerdo sorprenderme cuando un profesional me describió un trastorno que parecía presentarse como uno de los más habituales en consulta: el TOC. Además, recuerdo perfectamente que me puso un ejemplo de agresión, que en ese momento me dejó estupefacta y que a día de hoy considero una respuesta excesivamente sencilla para algo tan complejo y que esconde tantos matices.
Si alguien me hubiera dicho en aquel entonces que sin saberlo me estaban presentando a "mi compañero de trabajo" más importante hasta el momento...Nunca sabes cómo y cuando la vida te puede sorprender ¡Y por favor que lo siga haciendo, de lo contrario sería muy aburrido!
Ahora el TOC es el tercero en discordia en todas las consultas con mis pacientes que sufren este trastorno. Una silla para mi paciente, otra para mí y la que queda para el TOC. Desde mi punto de vista es una forma más de ayudarles a desvincularse del trastorno (YO NO SOY LO QUE DICE MI OBSESIÓN, MI OBSESIÓN NADA TIENE QUE VER CONMIGO. Como si fuera una tercera persona, ajena a mí y a lo que soy)
Con esta introducción supongo que te haces una idea del tema de hoy... Pero por primera vez en el blog, nos vamos a centrar en TOC con obsesiones de contaminación.
Según en su último libro sobre el tema (Oxford Guide to the Treatment of Mental Contamination. Rachman, Coughtrey, Shafran y Radomsky. Muy recomendable para cualquier profesional que quiera saber más sobre el tema), Rachman y colaboradores afirman que el miedo a la
contaminación es probablemente universal, muy intenso, persistente, difícil de
controlar, variable en contenido y aceptado socialmente. Se produce al igual que el resto de
miedos o fobias, es decir, a través de las tres vías que conocemos:
1) Por aprendizaje vicario o
imitación (los niños aprenden de lo que ven)
2) Por condicionamiento clásico y operante
3) A través de la transmisión de
información que induce el miedo ("no
toques eso que es peligroso", "ni se te ocurra tocar aquello sin
lavarte las manos"...).
Son las principales vías por las que los seres humanos aprendemos a realizar nuevas conductas y a adquirir ciertas formas de ver el mundo. Lo que ocurre es que aprendemos tanto lo bueno, como lo que no lo es tanto...El miedo a la contaminación entraría en este último grupo.
Según los autores, el miedo a la contaminación en
el TOC puede ser de dos tipos:
En este momento tengo en consulta
a dos casos de TOC de contaminación, uno de cada tipo. Doy fe de que la
contaminación mental es más dificil. Es mucho
más ambigua, con un componente cognitivo más fuerte y complejo, por lo tanto
más difícil de trabajar. También decirte que hay casos en los que la obsesión de contaminación está mezclada y hay tanto por contacto físico como mental en un mismo paciente.
Según los autores, en el TOC con
obsesiones de contaminación, existen cuatro claves que caracterizan a este
miedo y son las que te describo a continuación:
- Rápida adquisición: esto significa que la persona se contamina instantáneamente tras tocar a otra persona , sustancia u objeto que supuestamente son fuentes de contaminación.
- No degradable: con esto quiere decir que la sensación de contaminación no va disminuyendo con el tiempo. Hay personas que se quedan encerradas en sus casas durante años por este problema.
- Contagio: la sensación de contagio es más común en las personas cuya obsesión se centra en el miedo a que alguien le transmita una enfermedad.
- Asimetría: con esto se refiere a que es unidireccional. Una persona toca con un dedo el plato y éste ya se ha contaminado. Si pasamos un trapo limpio al plato, no vale, sigue sin estar limpio (para que el plato vuelva a estar limpio, habrá que realizar el ritual o compulsión pertinente
Esto se vuelve aún más
complicado si las supuestas fuentes de contaminación son personas muy cercanas
a mí, como mi familia, mi pareja o buenos amigos. Éste es uno de los casos que tengo entre manos a día de hoy y el hecho de que sean seres queridos, hace que las relaciones personales más importantes del paciente se vean seriamente afectadas, lo que no hace sino agravar la situación y dificultar la terapia. Sin embargo, el factor más importante (no el único pero si uno de los esenciales) es la motivación y el empeño que le ponga la persona para salir adelante.
Seguiremos tratando el tema en próximos posts...
![]() |
Con posibilidad de terapia on-line |
Únete a nuestro grupo en Facebook
Sara LLorens Aguilar
sllorens@cop.es
¡Bendiciones!
ReplyDeleteQuiero preguntar ¿cuál es la mejor manera de resolver conflictos?
¡Saludos y bendiciones!
Hola Marlen,
DeleteNecesitaría que fueras más específica ¿a qué tipo de conflicto te refieres?
Saludos