Si estás interesado en participar en
nuestro estudio de investigación sobre TOC, por favor pincha aquí
If you are interested in taking part in our research study about OCD,
please click here
Compartir los buenos momentos con amigos que merezcan la pena, hace que esos momentos sean aún mejores. Las alegrías compartidas parecen mayores, al igual que los logros o éxitos que vamos cosechando. Los buenos amigos siempre se van a alegrar por todo lo bueno que te ocurra, al margen de que a ellos les vaya bien o no.
Los buenos amigos también te van a decir lo que piensan, incluso si hay cosas que preferirías no escuchar. Una buena amistad implica asertividad. No es necesario decir siempre lo que uno piensa, especialmente si es algo "incómodo" para el otro y no va a beneficiar a nadie, pero hay situaciones en las que es necesario escuchar cosas que uno no quiere oír y los buenos amigos se encargan de hacértelo ver.
Y en los malos momentos, ya sean desgracias o simples contratiempos... los amigos se vuelven imprescindibles. Cada uno te ayudará a su manera: tendrás amigos que sabrán ayudarte a través de la palabra o de la escucha; otros a los que no se les dará bien hablar pero quizás te demostrarán su amistad haciéndote favores... haciéndote la vida práctica un poco más fácil cuando tú no tengas fuerzas o ganas ni para lo básico; otros quizás te lleven de fiesta o te intenten motivar con actividades divertidas porque eso es lo que les da bien a la hora de ayudar o es como se sienten útiles; otros serán más cariñosos.... Pero cada uno a su manera, aporta. Y en conjunto, funciona.
Y tener a amigos (aunque sean pocos, lo importante es la calidad) que logren aliviar el dolor de los retos que nos pone la vida, eso no tiene precio. Por esa razón hay que cuidarlos.
Y tener a amigos (aunque sean pocos, lo importante es la calidad) que logren aliviar el dolor de los retos que nos pone la vida, eso no tiene precio. Por esa razón hay que cuidarlos.
Feliz Año Nuevo.
Sara LLorens Aguilar
sllorens@cop.es
Comments
Post a Comment