Cuando escuchamos el término "psicópata", a la
mayoría se nos viene a la cabeza el estereotipo de las películas de miedo pero
estamos equivocados. Esos son casos de psicopatía extremos, los menos. Existe
otro tipo de psicopatía que es la más
común: el psicópata integrado.
Lo primero de todo: un psicópata (integrado y /o extremo)
nace y se hace. El psicópata nace como tal porque se ha comprobado que las
personas con este problema tienen estructuras cerebrales (amígdala y corteza
prefrontal) disfuncionales, de forma que para ellos el mundo emocional es
completamente distinto al del resto de la población. Por otra parte, ambientes
altamente conflictivos donde la persona
sufre en la infancia (abusos, malos tratos...) también se encuentran en los casos de la gran
mayoría de personas con este problema.
Los psicópatas
integrados suelen ser personas muy inteligentes y astutas. Son encantadoras
de puertas para fuera, diligentes, resolutivas, con carácter, muy independientes y, aparentemente, disponen de una seguridad, confianza y
autoestima apabullantes. Aunque en realidad su autoestima es muy frágil. Son
personas con una absoluta falta de empatía emocional pero sí disponen de
empatía cognitiva ¿qué quiere decir esto?: no pueden, quieren ni saben ponerse
en tu lugar ni sentir lo que tú sientes pero sí que son capaces de distinguir cognitivamente,
desde la lógica, las emociones y saber lo que el otro está sintiendo. Y usar
eso a su favor. Utilizan a las personas para conseguir sus objetivos,
"objetivizan" a otros seres humanos. Es decir, establecen relaciones
interpersonales (incluidas las románticas) con el propósito de alcanzar un fin
(prestigio, sexo, dinero, ambiente social...). Otro ser humano les vale en
tanto y cuanto les sirva como un medio para alcanzar un fin.
El psicópata no puede sentir miedo ni culpa, su sistema
nervioso no es capaz por lo que te he comentado antes en lo referente a sus
estructuras cerebrales disfuncionales. Si no empatizas, no puedes sentir
culpa. Si no sientes miedo, no
encuentras límites. Los psicópatas no establecen límites.
¿Un psicópata es capaz de amar?: probablemente lo sea pero no
desde el baremo que utilizamos el resto de los mortales. Nuestro concepto de
amor (romántico, paternal...) no tiene nada que ver con el suyo. Ellos entienden
el amor desde la posesión y la dominancia. Usan a la "persona amada"
para conseguir sus objetivos porque son tremendos manipuladores. Son el Da Vinci de la manipulación. Unos verdaderos maestros. No saben crear intimidad con la pareja, la confunden con el sexo.
Una persona de estas características tampoco se va a responsabilizar de sus hijos ni su familia porque su sistema emocional no se lo permite al no saber ni poder crear vínculos afectivos sanos con nadie. Sus niveles de egocentrismo y egoísmo son tan extremamente elevados que solo puede pensar en sus propias necesidades, nunca en las ajenas. Y si aparentemente lo hace, siempre será porque puede conseguir algo de esa situación.
¿Pueden cambiar con terapia? poca esperanza. Además de que biológicamente sus estructuras cerebrales son diferentes (lo que significa que su problema no es de naturaleza aprendida), los psicópatas suelen manipular la terapia y si van, suelen abandonarla a corto plazo.
Cuando uno lee sobre el tema, en todas partes la recomendación es clara: aléjate, no te acerques a nadie de estas características porque te perjudicará gravemente. Y es cierto.
Volveremos a hablar de este tema muy pronto para ahondar en algunas de las particularidades del trastorno.
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Sara LLorens Aguilar
sllorens@cop.es
Con los psicópatas hay que tener mucho cuidado aunque muy a menudo es muy dificil localizarlos, son muy habiles escondiendo su verdadera personalidad. Pero no todos son peligrosos, algunos incluso pueden ser útiles socialmente en ciertas profesiones, como cirujanos y policías por ejemplo. Si fuese posible tenerlos controlados y siempre en pequeño número hipotéticamente podrían ser beneficiosos en ciertas profesiones y momentos, sobre todo por su habitual sangre fría para enfrentarse a los problemas. En ese sentido se podría tener una cuota, mínima, de ellos en ciertos puestos. Hacerlo a través de cuotas en las oposiciones, como se hace con los discapacitados, parece una idea disparatada. Me estoy liando. Perdón por la digresión.
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