Si estás interesado en participar en
nuestro estudio de investigación sobre TOC, por favor pincha aquí
If you are interested in taking part in our research study about OCD,
please click here
Algo que caracteriza a personas
con desórdenes de alimentación es comparar
su físico con el de otras personas del mismo sexo. Estas comparaciones
suelen estar bastante distorsionadas por
varios motivos:
- Porque la paciente suele partir de una imagen corporal distorsionada (lo que se traduce en que se ve más gorda de lo que realmente está)
- Porque los puntos de referencia de las pacientes a la hora de compararse suelen ser modelos de mujer bastante alejados de la realidad y/o "ideales enfermizos"
- Porque muchas de esas comparaciones se hacen a partir de fotos y vídeos retocados (o muy trabajados en el mejor de los casos). Este último punto es del que te voy a hablar hoy y más concretamente de su relación con las redes sociales.
Hace un par de días tuve una
sesión con una paciente que llevo desde hace algunos meses. La paciente en
cuestión padece de muy baja autoestima y focaliza sus problemas en el físico.
Manifiesta una distorsión de la imagen corporal bastante acuciada a pesar de
que tiene un peso normal acorde a los estándares de la OMS (rozando la barrera
del infrapeso). Gracias al buen rapport que hubo entre las dos desde el principio
y al hecho de que está bastante receptiva, hemos logrado poco a poco pequeñas
mejorías, entre ellas las desaparición de los vómitos, cierta regularidad de
comidas, el cese de las autolesiones...entre otros. Aún así la distorsión de la
imagen corporal sigue muy presente, como cabe esperar en estos casos, ya que suele ser uno
de los puntos más resistentes.
Esta última sesión la dedicamos a
hablar de los puntos de referencia que ella tenía y, cómo no, salió el Instagram, que tantos quebraderos de cabeza da
a más de uno (y seguro que no solo en mi consulta). Las redes sociales han sido
todo un boom y tienen muchos puntos fuertes pero también nos encontramos con la
otra cara de la moneda. Estuvimos ojeando uno de los perfiles que ella consideraba
como el canon ideal de belleza. La
primera observación que hicimos es que aquello era estilo Pro-Ana y Pro-Mía (webs que promueven la anorexia y la bulimia) pero en
versión más moderna. Un ideal de belleza enfermizo. En las fotos no solo se
percibía una delgadez extrema sino que la forma en la que estaban hechas las posturas (cómo se mostraban las costillas,
las clavículas...) estaban realmente
estudiadas para conseguir el objetivo.
Otra observación fue que probablemente esas fotos estaban retocadas y de ser reales (lo que es peor aún) probablemente la persona se había hecho decenas de fotos hasta conseguir "la ideal", cosa que frustra a mi paciente cuando se hace un par de fotos y no consigue "la perfección" que la Instagrammer parece conseguir en el primer flash.
Otro punto que tratamos fue que, en el caso de que este cuerpo fuera real, la persona no va a mostrar los días de inanición pasa para conseguir esa imagen, tampoco va a fotografiarse a sí misma con la cabeza metida en WC mientras vomita lo ingerido tras un atracón, ni va a enseñar las heridas de autolesiones, tampoco va a hablarle a pie de foto de su soledad, su desesperación o de lo mucho que se odia a sí misma según el día que le toque. Solo le va a mostrar lo que ella quiere que vea, con lo que esa realidad con la que se compara va a estar manipulada y siempre va a quedar en desventaja, precisamente por eso, porque se compara con una pseudorealidad. No es juego limpio.
Otra observación fue que probablemente esas fotos estaban retocadas y de ser reales (lo que es peor aún) probablemente la persona se había hecho decenas de fotos hasta conseguir "la ideal", cosa que frustra a mi paciente cuando se hace un par de fotos y no consigue "la perfección" que la Instagrammer parece conseguir en el primer flash.
Otro punto que tratamos fue que, en el caso de que este cuerpo fuera real, la persona no va a mostrar los días de inanición pasa para conseguir esa imagen, tampoco va a fotografiarse a sí misma con la cabeza metida en WC mientras vomita lo ingerido tras un atracón, ni va a enseñar las heridas de autolesiones, tampoco va a hablarle a pie de foto de su soledad, su desesperación o de lo mucho que se odia a sí misma según el día que le toque. Solo le va a mostrar lo que ella quiere que vea, con lo que esa realidad con la que se compara va a estar manipulada y siempre va a quedar en desventaja, precisamente por eso, porque se compara con una pseudorealidad. No es juego limpio.
También hablamos de la relación entre felicidad y delgadez. Investigamos en Internet (buscando reportajes y similares) sobre ejemplos de Instagrammers conocidas que mostraban lo que parecía una vida perfecta y que encajanban en los cánones de belleza de la sociedad pero que sin embargo habían terminado por cerrar sus cuentas por la ansiedad que les generaba la presión de los likes, confesando que su vida nada tenía que ver con lo que mostraban en sus imágenes.
Todo esto se trabaja en sesión
sin intentar convencer a la paciente. Familiares, amigas, pareja...ya han
intentado convencerla (a esta persona o a cualquier otra que acude a consulta)
y obviamente no ha funcionado.
En las discusiones cognitivas el trabajo del
psicólogo no es convencer al paciente sino hacerle pensar, hacerle reflexionar
sobre puntos de vista o ideas en los que él o ella cree firmemente sin
cuestionárselos a pesar de que le resultan dañinos. Abrir una grieta en el
muro. Si la paciente a lo largo de la sesión te dice en algún momento "no
me lo había planteado así" o algo similar, ya es un paso porque
probablemente en la siguiente sesión te venga con: "estuve pensando en lo
que hablamos el otro día y..." Y ahí vengan pequeñas reflexiones, que
darán lugar a pequeños cambios con el paso del tiempo, tanto en su forma de pensar como en su forma
de actuar. Obviamente hablamos de un trabajo de varias sesiones, es un trabajo a cuentagotas, erosionando la pared sesión tras sesión...
En este
caso en concreto, a pesar de que esta paciente va muy poco a poco, puedo
observar como el cambio se va gestando.
Con posibilidad de terapia on-line
|
Únete a nuestro grupo en Facebook
Sara LLorens Aguilar
sllorens@cop.es
www.profesionaldelapsicologia.es
Comments
Post a Comment