Hace ya bastantes semanas escribí
un post sobre Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) en el que te describí las principales áreas
disfuncionales de las personas que padecen este trastorno (te
recomiendo que le eches un vistazo aquí para situarte
y que este post tenga más sentido). Hoy me gustaría continuar con él para
hablar del tratamiento de esas áreas. La
Terapia Dialéctica Comportamental es la que actualmente se reconoce más
eficaz para disminuir las manifestaciones del TLP. Para ello habría que empezar
diciendo que el TLP se reconoce como un trastorno cuyo origen es la suma
de:
Vulnerabilidad biológica+ Ambiente invalidante = Autoinvalidación (inexistente
tolerancia a la frustración, odio a sí
mismo, expectativas nada realistas)
¿Y qué quiere decir esto? Pues
que las causas del trastorno son tanto biológicas (disfunción en ciertas
estructuras cerebrales relacionadas con la gestión de las emociones) como ambientales
o aprendidas (un ambiente invalidante es aquel que niega o desacredita ciertas
conductas de forma persistente sin importar la validez de las mismas. Por
ejemplo, reconocer y expresar las propias emociones)
Una vez dicho esto, la Terapia Dialéctica
Comportamental tiene como objetivos:
1. La VALIDACIÓN/ACEPTACIÓN de las propias
emociones y formas de actuar.
2. Cambio de la gestión de las
mismas. Aprender a regular
dichas emociones y aumentar la eficacia interpersonal (es decir, las
relaciones que tengo con el mundo). Esto se resume en: ENSEÑAR AL PACIENTE A
SOLUCIONAR/GESTIONAR PROBLEMAS DE FORMA EFICIENTE,
SANA. Esto último no incluye la evitación, la autoagresión ni tampoco la huída,
que son las principales armas de los
pacientes con TLP a la hora de resolver conflictos.
Durante toda la terapia se pretende disminuir la rigidez mental del
paciente, que no tenga esa visión tan dicotomizada (blanco o negro. No
hay gama de grises: Si me sale mal, es un fracaso; si me esfuerzo y no lo
consigo, nunca lo conseguiré... )Esta visión tan polarizada les lleva a
emociones negativas y muy extremas, a la desesperanza y por tanto a conductas
muy disfuncionales. Validar/aceptar y
cambiar,Validar/aceptar y cambiar... ese es el núcleo de todo.
NOTA: Se
puede aceptar algo a la par que intentamos mejorarlo
Para conseguirlo, hay varias
fases. Los objetivos de la primera fase de la terapia serían:
- Reducir conductas suicidas y autolesiones : los pacientes con TLP suelen ver estas conductas como una solución a sus problemas. En la terapia se establecerán "reglas" a la hora de manejar los intentos y se analizan en profundidad si los hay.
- Reducir conductas que interfieran en la terapia (no aparecer en las sesiones, llegar tarde, no hacer lo que se le pide... Sabotearla, vamos) Se definirán de antemano las conductas saboteadoras y si se dan, se tratarán en profundidad sus causas para poder encontrar alternativas de solución que las disminuyan.
- Reducir conductas que interfieran en la calidad de vida del paciente (abuso de sustancias, acciones ilegales, conductas disfuncionales en el trabajo, problemas graves de alimentación...)
Para ello se utiliza el llamado
DIARIO DBT. El diario es una hoja que el paciente
debe cumplimentar y traer en cada sesión. Un diario semanal en el que se
informará al terapeuta de diferentes temas como por ejemplo: si ha habido o no
uso de drogas, de alcohol; si han habido conductas impulsivas y cuáles;
conductas sexuales inapropiadas; emociones y sus niveles...Este diario semanal
aporta información relevante a la sesión de terapia sobre las conductas problema más frecuentes del paciente y nos indica por dónde empezar.
Con esa información que el diario
nos proporciona, haremos un ANÁLISIS CONDUCTUAL EN CADENA (recuerda qué es aquí), es decir, analizaremos la
secuencia de pasos que ha llevado al paciente a la conducta problema para ver
por dónde metemos mano al tema y empezar a disminuir las posibilidades de
que dicha conducta tenga lugar, es decir, aplicar la SOLUCION DE PROBLEMAS.
Si en terapia es importante no hacer juicios de valor (en realidad es un básico)
con las personas con TLP aún lo es más debido
precisamente a su nivel de susceptibilidad. VALIDAR SIN JUZGAR. No hace falta
dar una opinión para ayudar a alguien a conseguir un cambio.
En estos casos hay que prestar especial atención a los sentimientos de vacío y el
aburrimiento, ya que suelen ser desencadenantes para conductas problema. Por ello es importante enseñar al paciente a distraerse con actividades que le resulten
motivadoras. O la búsqueda de un empleo (si en la actualidad está en
condiciones para ello), ya que esto aumentará además su sentimiento de
autoeficacia (sentirse útil).
En un próximo post te hablaré del entrenamiento en habilidades sociales, otra fase de la terapia muy a tener en cuenta, ya que estas personas tienen una forma muy disfuncional a la hora de interactuar con el resto, lo que les lleva a más malestar y reafirma todas sus ideas irracionales. Aprender a relacionarse con el mundo será una parte básica del tratamiento.
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Con posibilidad de terapia on-line |
Sara LLorens Aguilar
sllorens@cop.es
www.profesionaldelapsicologia.es
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