Educando a mi hij@: TIEMPO FUERA


En anteriores posts ya te he hablado de lo que es el Condicionamiento Operante, también te he comentado las diferentes técnicas que se pueden utilizar dentro de este marco teórico y he remarcado su utilidad en los casos de TDHA (Trastorno por Déficit de Hiperactividad y Atención).

Tal y como dije que haría, te voy a ir hablando de forma más detallada de todas las técnicas mencionadas. Empecé por la extinción o retirada de atención y esta vez voy a hablarte de otra técnica llamada Tiempo Fuera.

El Tiempo Fuera es una variante del castigo que va a consistir en imponer al niño un estímulo aversivo, es decir, algo que no le gusta. En este caso el estímulo aversivo del Tiempo Fuera es el aislamiento.
Debido a que los seres humanos somos seres sociales por naturaleza, el aislamiento para nosotros siempre va a ser un castigo. No se trata de aislar al niño  un largo periodo del tiempo, sino el suficiente para que  la conducta inapropiada disminuya.

Por lo tanto, tenemos que el Tiempo Fuera es un tipo de castigo y por lo tanto servirá para disminuir conductas indeseadas. Ahora ¿Cómo aplicas este castigo? ¿Qué pautas hay que seguir?

Bien, lo primero decirte que esta técnica sirve para emplearla con niños pequeños, no va a resultar muy útil con adolescentes.

Lo primero de todo es dejar al niño bien claro lo qué queremos de él, es decir, la conducta deseada. Si  no sabe lo que se espera de él, poco podrá hacer el pobre niño.
Por lo tanto, lo primero es decirle claramente lo que queremos que haga: Acabarse el plato de comida, hacer los deberes para  el colegio, recoger su cuarto, ayudar a sacar la compra, para  la rabieta que está teniendo lugar, apagar la televisión….

Las órdenes o demandas han de ser claras, concretas y de una en una.

En caso de que el niño no cumpla se le puede  repetir/avisar una o dos veces, si no obedece llevas al niño a un cuarto solo, dónde nos aseguremos que no hay nada para distraerse (si lo encierras en su cuarto donde tiene todos sus juguetes, poco haremos).Lo dejas ahí , cierras la puerta y te vas.

El periodo de aislamiento tiene que ser proporcional a la edad, cuanto más edad, más minutos de castigo, sin sobrepasar nunca los 10 minutos.
Una regla posible es  un minuto por cada año que tenga el pequeño. Por ejemplo, si tiene  6 años, pues 6 minutos de aislamiento.

Un variante de este castigo es aislar al niño en la misma habitación donde estás tú pero en un escalón, en un  rincón o frente a la pared. Sin estímulos sociales ni distractores de ninguna clase.

Algo esencial es que no discutas, ni grites, ni le eches ningún sermón mientras te lo lleves a la zona de aislamiento, ni tampoco al  sacarlo de esa zona. Él ya sabe lo que ha  hecho mal porque ya te encargaste de explicárselo antes y de repetírselo también. No hacen falta más explicaciones que le servirían de refuerzo.

Tu actuación ha de darse inmediatamente después de su conducta inadecuada para que el niño tenga bien clara la relación entre conducta no deseada y castigo por ésta.

Al mismo tiempo, en cuanto salga del castigo y haga algo bien, refuérzaselo con un “Muy bien hecho” o “ves, así está mucho mejor”

Hay que aclarar  que esta técnica no es la primera que se utiliza cuando un niño desobedece y que corresponde utilizarla  con actuaciones del niño en las que puede perjudicarse a sí mismo o a los demás. También se suele utilizar cuando otras técnicas más suaves no han funcionado.


Sara Llorens Aguilar
www.profesionaldelapsicologia.es
sllorens@cop.es

Con posibilidad de terapia vía Skype

 

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