El Síndrome del Emperador


Los datos del Ministerio del Interior reflejan que más de 5.500 padres denunciaron entre enero y septiembre de 2005 a sus hijos por malos tratos en el ámbito familiar y hubo casi 5.000 órdenes de internamiento en distinto régimen, según consta en la Memoria Anual de la Fiscalía General del Estado. En el año 2006, hasta el mes de abril se han contabilizado 2.070 denuncias interpuestas por malos tratos en la familia cuya autoría corresponde al hijo/a.

Las cifras son escalofriantes: en tan sólo cinco años, las agresiones de menores a sus padres han crecido un 2000 por ciento. El fenómeno de los hijos violentos va en alza.
¿Qué está ocurriendo?
Desde hace unos años  las denuncias de padres hacia sus hijos por maltrato, tanto psicológico como físico, han ido en aumento. Parece increíble pero es una realidad que está a la orden del día y que resulta muy alarmante. Hoy en día, niños que ni llegan a la adolescencia tienen acobardados a sus padres ¿Cómo es posible? Esto se explica a través del llamado Síndrome del Emperador, que vamos a explicar a continuación.

Se conoce como Síndrome del Emperador a aquellos casos en los que  niños que maltratan a sus padres. Se supone que el elemento esencial en este trastorno es que el niño no siente vínculo emocional alguno con sus padres ni con otras personas.
Expertos en la materia como Vicente Garrido, confirman que suelen ser niños que no tienen ningún sentido de la moral, tienen muy baja capacidad para  percibir las emociones morales.
Afirma que, normalmente, cuanto más elevado sea el grado psicopático del niño (insensibilidad emocional, falta de conciencia, falta de empatía y ausencia de culpa…) más fácil es que desarrolle este síndrome.
El perfil del  niño tirano ha sido definido como: inteligente, rápido y contestatario. No acepta el límite de su autonomía y estalla escandalosamente ante la menor frustración.

Otros autores en la materia como Javier Urra, piensan que no es la genética ni la personalidad lo que define o causa en problema sino que lo es la educación.

Aunque aún no se puede asegurar y hoy en día hay opiniones dispares, se presupone que la causa de este problema es multifactorial: genes (relacionado especialmente con  un rasgo psicopático) y educación.  Difícilmente podremos trabajar con lo primero, ya que no podemos cambiar la herencia genética, pero si podemos cambiar lo segundo.
La educación que los padres dan al niño es esencial, ya que se ha visto que niños con rasgos psicopáticos pero con una buena educación, no han desarrollado conductas violentas.
Cuando hablamos de educación, hablamos también de límites. Hoy en día han dejado de existir esos límites en muchos casos, lo que ha dado lugar a la anarquía total en el ámbito familiar, de forma que ya no se sabe quién manda ni quién establece las normas. En los casos del Síndrome del Emperador, es el mundo al revés, de forma que un niño de 10 años es el que dicta las normas, dice lo que está bien y lo que está mal y, lo peor de todo, lo hace como un tirano, un soberbio sin escrúpulos.

Es importante fijarse en esta realidad para tratar de cambiarla, no solo por el presente, sino también por el futuro, ya que los niños tiranos de ahora serán los maltratadores del mañana. ¿En qué se convierten estos niños con el paso del tiempo? Cuando lleguen a la edad adulta serán hombres y mujeres violentos, agresores de sus parejas y acosadores de sus compañeros de trabajo, cuando no fracasados sociales o delincuentes

Muchos profesionales abogan por los centros  públicos, a través de los servicios sociales autonómicos, dónde las familias desesperadas puedan hacer que la Administración se haga cargo de sus hijos por cierto periodo de tiempo de forma que  se les pueda tratar  para cambiar la situación. Estos centros, evidentemente, requerirían  profesionales de la psicología y de la psiquiatría.

A nivel de consulta privada también se puede trabajar.Personalmente he podido ver algún caso en  el que los cambios han sido bastante espectaculares, eso sí con tiempo, paciencia y trabajo. Cuánto más pronto se coja el caso, mejor.

¿Algún comentario sobre el tema?

Sara LLorens Aguilar
sllorens@cop.es
www.profesionaldelapsicologia.es

Comments

  1. No dejan de ser curiosas las dificultades que se han creado hoy en día en relación con la educación de los hijos. A veces pienso que si mi abuelo levantara la cabeza se descojonaría al ver la miriada de dificultades, problemas y pseudoproblemas que hemos creado de algo que la humanidad ha hecho sin ninguna alharaca durante siglos, y que consiste en proporcionar a los miembros más jovenes de la tribu las herramientas emocionales y los conocimientos necesarios para formar parte de la mencionada tribu.

    Conste que no creo que todas las difucultades contemporáneas sean achacables a esta sociedad ni tampoco creo que cada generación no haya tenido que lidiar con alguna dificultad propia, pero lo que vemos hoy en día es en muchos casos la claudicación de cualquier atisbo de represión del menor, y por ende de un aspecto esencial para una persona, que es su capacidad de tolerancia de la frustración. Y eso es algo que se ve ya no sólo en niños, sino en hornadas de jovenes y en muchos ámbitos.

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  2. Hola Tiberio!
    Gracias por tu comentario. también querái decirte que estoy totalmente de acuerdo contigo y con lo que brevemente expones aquí.

    Un saludo!

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  3. Hola, primero enhorabuena por el blog. Lo tenía en tareas pendientes y por fin lo estoy leyendo artículo por artículo, a cual más interesante. Soy psicóloga, estudio para una plaza de PIR y antes de decidirme a embarcarme en la PIRatería, estuve preparändome para trabajar en un SEAFI (servicio de atención a la familia y a la infancia). La familia es básica en el ser humano y creo que hace falta que la sociedad preste más ayuda a las familias. Pero la realidad es que los SEAFI, que son para este fin, la crisis los ha diezmado catastróficamente. Muchas familias van aplazando sus problemas con sus hijos mientras estos van creciendo hasta que puedan permitirse el poder pagar un psicólogo. Es triste que el Estado haga bien poco para ofrecer a las familias más ayuda, tenemos un gobierno que trabaja por la cultura del "Sálvese quien pueda". Pero quizá son el reflejo de la ciudadanía, que es la que los ha votado, cada uno va a la suya y así nos va.

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