La Pica


Hoy te voy a hablar de un trastorno de la alimentación que nada tiene que ver  con la Anorexia  o la Bulimia. Te voy a hablar de la Pica,  problema alimentario que se sitúa dentro de los llamados trastornos de la ingestión en la conducta alimentaría en la infancia.
Dentro de esta área nos encontramos con La Pica, el Trastorno de  Rumiación y el Trastorno de la Ingestión Alimentaria.
A ellos dedicaremos algunos de nuestros posts, empezando por la Pica.

La Pica consiste en la ingestión de  sustancias no comestibles: tierra, plumas, yeso, defecaciones, arroz crudo, jabón… Normalmente se da en los niños pequeños, entre 18 meses y 6 años de edad (para diagnosticar Pica es necesario que el niño tenga al  menos 18 meses de edad), aunque en los casos en los que nos encontramos  con un retraso mental, el trastorno alimentario puede  prolongarse mucho más.

En algunos casos se da en mujeres embarazadas, pero esto suele 
ser muy poco frecuente.

Se suele dar más en niños  que en niñas y algunos estudios han confirmado cierta influencia genética. También es más frecuente ver casos de Pica en niños con retraso mental y en niños autistas.

 Para realizar un diagnóstico oficial del este trastorno, el problema tiene que darse al menos durante un mes, la conducta no tiene que formar parte de ninguna práctica cultural y tiene que ser inapropiada para el nivel de desarrollo del niño (de ahí a que no se diagnostique antes de los 18 meses ya que durante el primera año de vida todos los bebés tienden a llevarse todo tipo de objetos y sustancias a la boca)


 Y tú te preguntarás: ¿Por qué ocurre esto?

Bien, pues hay varias hipótesis:

Una de ellas  presupone que la conducta se debe a un déficit de cierta vitamina o mineral. Por ejemplo: el comer tierra (geofagia) se ha asociado un déficits de en zinc i hierro.

Desde un modelo conductual se presupone que es una conducta aprendida debido a refuerzos y conductas inadecuadas. Recuerda siempre que si una conducta es aprendida…  igual que se aprende, se desaprende: se puede cambiar.


Podría iniciarse por el refuerzo positivo que supondría que al niño le guste el sabor de la sustancia que ingiere por primera vez  y al mismo  tiempo, si esta conducta  no va acompañada de un castigo o similar por parte de los padres, la conducta podría desarrollarse y mantenerse (“Me gusta y no hay consecuencias negativas ¡pues repito!”  Tiene sentido…)

Puede que la conducta sea consecuencia de ambas circunstancias.


Ciertos factores tales como: abandono por parte de los padres,  eventos vitales estresantes, problemas psicosociales… también pueden hacer a la persona más vulnerable a  sufrir el trastorno.

Y…. ¿Cómo se trata un problema así?

Como podrás deducir, lo primero de todo es hacer al paciente pruebas médicas que descarten cualquier problema orgánico o carencia nutritiva.

Una vez esto está descartado o  se ha demostrado que diferentes técnicas conductuales suele ser eficaces. Estas técnicas son tales como: la sobrecorrección, el castigo, el tiempo fuera, el refuerzo de conductas incompatibles…

En el caso de sobrecorrección, cuando veamos al niño comiendo algo no comestible, se le gritaría un “¡no, eso caca!”  y se le haría escupirlo para que  a continuación se lave la boca.

El castigo por ejemplo, aquí  una posibilidad es que cada vez que el niño se lleve algo no comestible a la boca  con intención de comérselo,  se le de una palmadita en la mano, por ejemplo. (Igual que cuando meten los dedos en los enchufes)


A estas técnicas y otras basadas en el condicionamiento  operante se les dedicaraán posts enteros  ya que resultan extremadamente útiles en muchas situaciones (especialmente en niños), no solo en el Pica, y merecen  cierta atención.

 
Sara Llorens Aguilar
sllorens@cop.es

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