Factores que modifican la Bipolaridad



En otros posts, cuando te he hablado del Trastorno Bipolar, te he comentado que hay factores que modifican la aparición, duración e intensidad de los episodios. 
Bien, pues vamos a empezar por hablar del que desde mi punto de vista es el más importante: la medicación Hay problemas de tipo psicológico que no requieren necesariamente medicación para su resolución o mejoría. Bien, pues el Trastorno Bipolar no es uno de ellos. La medicación en este problema es esencial. Para que te hagas una idea:
Un episodio maníaco sin medicación dura unos 7-8 meses, uno depresivo (suelen ser más largos) unos 6-12 meses. Con la medicación esto se rebaja drásticamente quedándose el episodio maníaco en una media de 6 semanas y el depresivo en unas 11 semanas.

La medicación ayuda en gran medida a controlar el trastorno, de forma que disminuye la aparición de los episodios (frecuencia) así como su duración e intensidad. Como resultado, ayuda significativamente a sobrellevar la enfermedad. De hecho, lo que mejor puede predecir la recaída (un episodio) del paciente es la baja adherencia o abandono de la medicación.
Cuanto antes comience la persona a tomar la medicación, mejor pronóstico tendrá.

La tasa de suicidios en este trastorno es tres veces mayor que en la población general,  el Litio (fármaco que se da en todos los casos y que tiene efectos antidepresivos) disminuye drásticamente las probabilidades de suicidio.
Sí es cierto que no todo es un camino de rosas, ya que los fármacos que se dan en la Bipolaridad no carecen de efectos secundarios, uno de los principales motivos por los que se abandona la medicación. Es por ello importante, educar al paciente en lo que es un problema y el rol de la medicación en el mismo


Los  eventos vitales estresantes también influyen en el problema. No necesariamente un evento negativo da lugar a un episodio depresivo ni un evento alegre da lugar a un episodio maníaco o hipomaníaco, no hay correlación. Lo que sí se sabe es que a estas personas les afectan más los eventos vitales estresantes, por lo que hay que evitarlos en la medida que sea posible, especialmente al principio del problema ya que es ahí cuando la persona es más sensible a este tipo de eventos. Dicha sensibilidad disminuye con el tiempo.

Es altamente recomendable llevar una vida ordenada, con cierta rutina, prestando  mucha atención tanto a las horas de sueño (que se deben cumplir religiosamente), como a la alimentación, medicación  y a la rutina cotidiana, por lo general.

Se sabe que las estaciones también afectan a determinadas personas con el trastorno. De forma que en primavera-verano pueden verse aumentados los episodios maníacos, mientras que en otoño-invierno lo pueden hacer los episodios depresivos. Parece ser que esto está relacionado con las horas de sol.

En la evolución también influirán otros factores como: ambiente familiar, trabajo, relaciones sociales, nivel económico, personalidad antes del comienzo del trastorno… Está claro que un ambiente familiar bueno ayudará a una buena evolución del problema. Unas características de personalidad previas positivas y estables también anuncian un mejor pronóstico, así como buenas relaciones sociales o la ausencia de problemas económicos.
Desgraciadamente muchos de estos factores se ven truncados debido a la enfermedad y a las consecuencias sociales que derivan de la misma. En muchos casos se dan separaciones o divorcios, problemas laborales, pérdida de relaciones sociales, conflictos familiares, problemas económicos… que actúan empeorando la evolución. NoS encontramos, pues, en un círculo vicioso del que el paciente no puede salir.

La psicoeducación es esencial en este problema ya que sabiendo todo esto, además de otra información importante, la persona y sus familiares pueden preveer muchos problemas y adelantarse a ellos disminuyendo sus consecuencias negativas e impacto en la vida del paciente y sus allegados.

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