Si
sigues el blog conocerás mi “debilidad” por el Trastorno Obsesivo-Compulsivo,
así que no te sorprenderá que una vez más escriba sobre el tema.
El
TOC forma parte de una serie de trastornos clasificados y conocidos como Trastornos de Espectro Obsesivo-Compulsivo.
La mayoría de ellos los hemos visto ya en otros posts, a excepción de los dos
últimos de los que creo recordar que no te he hablado hasta el momento. Aquí te
los presento desde una nueva perspectiva: sus similitudes y diferencias con el
TOC, que son precisamente las que hacen que se encuentren dentro de este
espectro obsesivo-compulsivo sin ser un TOC propiamente dicho.
Este espectro lo forman de los siguientes trastornos psicológicos:
En
este caso las preocupaciones por temas pasados, presentes y/o futuros sobre
eventos cotidianos se convierten en una obsesión. La preocupación provoca
grandes niveles de malestar interfiriendo en el funcionamiento diario de la
persona que padece el trastorno y ocupando gran parte de su tiempo.
Las
principales diferencias con el TOC son: el carácter egosintónico de las
preocupaciones (la persona no percibe su contenido como absurdo y/o irracional)
y consecuentemente la ausencia de
conductas compulsivas/neutralización tan características del TOC.
En
este caso el principal temor se centra exclusivamente en padecer o poder llegar
a padecer algún tipo de enfermedad física. Es decir, se centra exclusivamente
en el ámbito de la salud. Al igual que en el TAG, la persona no ve el contenido
de su preocupación como absurdo y/o injustificado (aunque sí pueda admitir que
su preocupación es exagerada) y son temas cotidianos, del día a día, ya que a
todos nos preocupa nuestra salud y la posibilidad de caer enfermos.
El
paciente suele realizar ciertas conductas de comprobación, reaseguración… pero
si no encontramos obsesiones de contenido diferente a la preocupación
relacionada con la salud, entonces lo clasificamos como Hipocondría.
La
obsesión se limita a alguna/s parte/s del cuerpo, algo de nuestro físico que
nos preocupa de forma significativa. La persona lleva a cabo numerosas
conductas de neutralización (reaseguración, evitación…) y comprobación.
A
pesar de que actualmente, al igual que la Hipocondría, este trastorno se
encuentra dentro de los llamados Trastornos Somatomorfos, hay autores que
afirman que este es una variante del TOC debido a su elevada comorbilidad ( en
un 12% de los pacientes con TOC se da
también un TDC) y a sus grandes similitudes con el mismo (carácter intrusivo
del pensamiento obsesivo, conductas de neutralización/compulsión y un grado de interferencia similar).
En
realidad es similar al TOC solo que está circunscrito a un tema único: la
obsesión por el peso y la silueta.
Para
alcanzar el peso considerado “ideal”,
la paciente realiza una serie de conductas (dieta, ejercicio físico, uso
de laxantes/diuréticos…) para conseguir su objetivo. Todo ello acompañado de
conductas de neutralización y compulsión
(mirarse al espejo numerosas veces para comprobar su silueta/evitar mirarse,
usar ropa ancha, pesarse constantemente, preguntar a los demás, contar
calorías…)
Trastornos
del Control de Impulsos (TCI)
Estos trastornos de caracterizan por la necesidad
de llevar a cabo de forma inmediata un impulso que lleva a algún tipo comportamiento que suele ser perjudicial para
la persona. Una vez se lleva a cabo dicho impulso, la persona siente gran
bienestar, pudiendo o no arrepentirse de su reciente acción.
En
los TCI los impulsos también pueden interpretarse como absurdos, desagradables,
difíciles de controlar y resistir, tal y como ocurre en el TOC. Y también ocurre lo mismo en los
comportamientos de los TCI que en las compulsiones del TOC: disminuyen la
ansiedad y el malestar general, además de ser percibidos como difíciles de controlar.
En ocasiones, en los TCI los comportamientos pueden ser ritualizados, como las
compulsiones en el TOC.
Algunos
ejemplos de este tipo de desorden son: tricotilomanía, cleptomanía, juego
patológico…
Trastorno
de Personalidad Obsesivo-Compulsivo. (TPOC)
Aquí
el comportamiento obsesivo-compulsivo no está restringido a una o varias áreas
sino que engloba toda la personalidad del sujeto, es algo que caracteriza a la
persona y su forma de actuar en la vida.
Son
personas con un rango de conductas limitado e inflexible que reaccionan con
estrés ante cualquier tipo de evento que les obligue a modificar sus conductas. Suelen ser
perfeccionistas, realizar las cosas
siempre de la misma forma, con baja capacidad de expresar afecto, delegan
poco, son escrupulosos, excesivamente
planificadores y detallistas, suelen estar preocupados por: el orden/limpieza,
la disciplina, la productividad en el trabajo…
Además,
es percibido como egosintónico y a diferencia del paciente con TOC son
allegados o familiares los que motivan a
la persona a buscar ayuda.
En
contra de lo que cabría esperar, la comorbilidad con el TOC es bastante baja
(un paciente con TOC no suele padecer un TPOC) en comparación con el resto de
trastornos.
sllorens@cop.es
Hola sara
ReplyDeleteMe gustaria cuando puedas y si lo ves conveniente, que nos aportaras en un post,
las diferencias claras y concisas,entre TOC , TAG y TPOC, pues veo en los foros muchas dudas, sobretodo en casos donde la linea divisoria es superfina, y si me das tu aprobacion poder publicar tu respuesta. Un saludo. Aurelio.
Hola Aurelio: Gracias por la propuesta, ya que es una distinción interesante e importante.Tomo nota para uno de los próximos posts. Saludos.
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