Estoy segura de que te ha llamado la atención el título. A mí también me pasó cuando vi la primera diapositiva del estudio que se presentaba en uno de los simposios del congreso, que llevaba por título "Distorsión de la imagen en Trastornos de la Conducta Alimentaria" Era de mi interés, me metí y acerté. Presentaron varios estudios pero el que me pareció más interesante es el que te comento a continuación.
William Gull, quien acuñó el término de Anorexia Nerviosa, ya comentaba que las pacientes anoréxicas tenían en común una hipotermia significativa y que lo que necesitaban, además de comida, era...calor.
Bien, este estudio se basa en un modelo animal que posteriormente extrapolan a pacientes, dando resultados más que interesantes.
En el laboratorio se observó que a las ratas a las que se les reducía la dieta de forma significativa, veían aumentada de forma muy importante su actividad física (llegaban a hacer hasta 15km/día corriendo en la rueda) a la par que ellas mismas disminuían su ingesta calórica. Como resultado, obteníamos una gran bajada de peso pero en lugar de sentirse más débiles, las ratas seguían con una tasa de ejercicio muy elevada.
Existen varias hipótesis al respecto, una de ellas es que este incremento de actividad con dieta restringida (cabría esperar justamente lo opuesto) se debe a una hipotermia en el organismo de las ratas que se intenta compensar a través de un aumento drástico de actividad física.
Se vio que si se aumentaba la temperatua ambiental, el animal volvía a una tasa de actividad normal y regulaba su ingesta alimentaria.
En un estudio realizado en Holanda, se comprobó que las personas sanas suelen ser más activas en primavera-verano (temperaturas cálidas) pero que las pacientes con Anorexia Nerviosa solían aumentar su actividad en otoño-invierno ( bajas temperaturas) Esto podría ser indicativo de que al margen de los factores cognitivos que caracterizan a este trastorno, habría un factor fisiológico importante que a través de algún mecanimo desconocido obligaría al organismo a aumentar su actividad compensando así la hipotermia debida a una ingesta calórica muy baja.
Resulta
curioso ¿no? Ahora la pregunta es... ¿podríamos obtener resultados
similares con humanos? La respuesta es que sí. Muy interesante, a la par
que esperanzador.
Bien, pues tras estos hallazgos, se realizó un estudio con 51 pacientes anoréxicas (de las cuales 17 abandonaron, con lo que se quedaron con 34 sujetos). El tratamiento consistió en una aplicación de calor diaria durante 10 minutos (saunas, chaleco térmico, aumento de la temperatura en el dormitorio de la paciente...) junto con terapia psicológica basada en el apoyo (tratamiento de la desculpabilización y sintomatología egodistónica).
A través del uso de diferentes pruebas, se midieron las puntuaciones de: ansiedad, depresión, conducta alimentaria y sintomatología general. Todas las pacientes obtuvieron mejorías significativas en estos cuatro aspectos. Únicamente 8 de ellas no mejoraron su Índice de Masa Corporal alcanzando lo que podríamos considerar como normopeso, como lo hicieron el resto.
Pregunté si la dieta se había tratado de forma directa, ya que la ponente no había mencionado nada al respecto y se suponía que no. Efectivamente, el calor por sí mismo hizo que la ingesta de las pacientes fuera aumentando poco a poco sin necesidad de tratar directamente las pautas alimentarias. Increíble.
Otra asistente hizo una pregunta muy interesante: "Si esto es así ¿en los países de clima cálido la tasa de pacientes con anorexia debería ser mucho menor?" Parece ser que hay un estudio realizado en la zona del Caribe que confirma la bajísima tasa de personas que sufren de Anorexia Nerviosa.
Espero que te haya parecido tan original e interesante como a mí. Quizás de aquí se puedan obtener futuros resultados importantes y esperanzadores para este trastorno... Mantengámonos optimistas.
Sara Llorens
Aguilar
sllorens@cop.es
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