Embarazo Psicológico



A estas alturas todos sabemos que  el poder que nuestro cerebro tiene sobre nuestro cuerpo  puede alcanzar niveles insospechados. Todos conocemos como el estrés, la tristeza, la euforia… pueden afectar a nuestro organismo. “Es psicosomático” suele ser la expresión que la gente utiliza. 
El otro día estaba viendo un programa en la televisión  en el que salía el tema del embarazo psicológico ¡Qué mejor ejemplo para demostrar el potencial de nuestro Sistema Nervioso! Así que me dije que tenía que escribir sobre un tema tan curioso a la par que sorprendente.

El embarazo psicológico o pseudociesis forma parte de los llamados Trastornos Somatomorfos, al igual que la Hipocondría o la Dismorfofobia, de los cuales ya te he hablado en anteriores posts.

Una mujer con gran deseo de ser madre pero con problemas de fertilidad o…una mujer con gran temor a quedarse embarazada, puede llegar a padecer un embarazo imaginario. Las mujeres con Alexitimia (problemas para expresar sus sentimientos) y con Depresión, también suelen tener más probabilidades. También los hombres pueden sufrirlo, lo que es  más curioso si cabe, y sucede a veces cuando el hombre se solidariza con la mujer, realmente embarazada.

Las mujeres con embarazo ficticio pueden llegar a perder la menstruación, ganar peso, tener náuseas y vómitos, sufrir hinchazón prominente en la zona del vientre e incluso pueden llegar a producir leche. En los casos más acusados pueden incluso dar positivo en los tests de embarazo debido al elevado nivel de hormonas que su cuerpo produce en ese momento.
La formas más eficaz de distinguir si la mujer está o no embarazada es realizar una ecografía para verificar si realmente hay o no  un embrión anidado en el útero.

Hay que tener en cuenta que cuando a una mujer con grandes deseos de ser madre se le transmite que su embarazo es psicológico, la noticia puede dar lugar a grandes niveles de tristeza y frustración, que a veces desaparecerán paulatinamente con el tiempo y otras requerirá de ayuda psicológica para superar la fase.

En el caso de que la paciente acuda a consulta, no sólo habrá que tratar los pensamientos y emociones negativas del momento sino  la razón por la que ha llegado a producirse el embarazo ficticio. Es decir, habría que verificar si hay o no detrás un cuadro depresivo, alexitimia o cualquier otro tipo de trastorno que en realidad es lo que realmente ha dado lugar a la situación actual. Esto último es importante, ya que tratar el problema de raíz hará que las probabilidades de sufrir otro embarazo psicológico u otro tipo de problema disminuyan.

Sara Llorens Aguilar
sllorens@cop.es

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