TERAPIA PARA LOS RUMIADORES (2ªPARTE)



Hace algunas semanas te hablé en un post  de los casos de Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) en los que  las compulsiones eran de tipo mental o encubierto (imágenes, pensamientos, contar mentalmente…). Te hablé de que había cierto porcentaje de población clínica que se encuentra  en esta situación. Al ser un porcentaje más pequeño que aquellos cuyas compulsiones son manifiestas, siempre se le ha prestado una menor atención de la que en un principio requería.

Si leíste el post, recordarás que comentamos que el tratamiento también se basaba en la Exposición con Prevención de Respuesta (EPR) pero con algunas particularidades a tener en cuenta.
La EPR en estos casos es la EPR a través de grabaciones.  Te voy a explicar brevemente cómo tendrías que llevar a cabo  este tipo de exposición:
 
1. Realizamos una jerarquía de situaciones que causen ansiedad al paciente. Posteriormente evaluamos en nivel de ansiedad (0 a 10) que le causa cada una.

2. Utilizamos  una cinta dónde el paciente grabará sus obsesiones, de forma que se repita cada x segundos el contenido de la  obsesión. Empezaremos con la obsesión que menos nivel de ansiedad le genere según nuestra jerarquía. El paciente la escuchará una y otra vez utilizando unos cascos para ello.

3. El paciente ha de escuchar la cinta una y otra vez hasta que los niveles de ansiedad disminuyan por lo menos un 75% .

Obviamente, la indicación esencial en la exposición es decirle al paciente que  no puede hacer ningún tipo de compulsión mientras escucha la cinta. 

Y…tú te preguntarás ¿Por qué la EPR  a través de grabaciones solventa los problemas que  la EPR normal implicaría en el caso de los pacientes con compulsiones mentales?

a)  Porque el hecho de que la obsesión esté grabada, controla el problema de la imprevisibilidad de la misma (facilita el número de veces  que se presenta, la frecuencia, intensidad, el tipo de obsesión…), lo que facilita la habituación a través de una exposición adecuada.

b) Porque resuelve el problema  de las dificultades que el paciente pueda tener para provocar la obsesión  por sí mismo en el momento en el que se le pide hacerlo.

c) Porque se facilita la  localización de  las compulsiones o conductas de neutralización del paciente. Para dificultar  aún más la posible presencia decompulsiones, podemos aumentar  la velocidad de presentación.

d) Porque  el que la obsesión esté grabada, obliga al paciente  en cierta forma a que su pensamiento siga la cinta y ello dificulta la presencia de compulsiones.

No olvides que, además de este tratamiento conductual, cierto grado de terapia cognitiva (la misma que utilizamos para  pacientes con TOC cuyas compulsiones son manifiestas) puede ser recomendable  e incluso necesaria según el caso.



Sara LLorens Aguilar
sllorens@cop.es

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