Hoy te voy a hablar de
los conocidos Esquemas de Young. Esta terapia, de tipo cognitivo, centra su
aplicación en el tratamiento de los trastornos de personalidad, aunque también
puede emplearse en otros casos y puede
resultar también útil como complemento a otras terapias como la de Ellis o Beck.
¿A qué
nos referimos cuando hablamos de esquemas?
Young define los esquemas como un conjunto de pensamientos, sentimientos,
conductas y relaciones con los demás, muy definidos, que se empiezan a formar a
edades tempranas y que nos acompañan a lo largo de nuestra vida. Estos esquemas
pueden influirnos de forma positiva o negativa (disfuncionales) y están profundamente arraigados
a nuestro sistema de creencias, es decir, son muy estables. Nosotros nos quedamos con el segundo caso, con
los esquemas disfuncionales, los que nos
limitan a la hora de funcionar con normalidad.
Como te acabo de
comentar, los esquemas no se limitan a los pensamientos, pero sí tienen ciertas características comunes con los llamados Pensamientos Automáticos
Negativos (P.A.N) sw Beck:
- Son disfuncionales: nos impiden tener una buena calidad de vida y funcionar con normalidad en el día a día.
- Son difíciles de cambiar: los esquemas serán aún más resistentes al cambio que los P.A.N porque son más complejos y abarcan, pues, una mayor cantidad de elementos y relaciones entre los mismos.
- No se basan en la realidad: la persona sigue creyendo en ellos a pesar de comprobar una y otra vez que no se adaptan a su realidad.
- Se mantienen y se estabilizan por la propia forma de pensar y actuar: al igual que los P.A.N, la persona lleva a cabo sesgos cognitivos y comportamientos que le ayudan a mantener sus creencias erróneas.
- Creadores de emociones dañinas: Dan lugar a emociones muy negativas, tal y como ocurre con los P.A.N
- Surgen de experiencias tempranas: tienen su origen en determinadas experiencias vitales que de un modo u otro han acabado por marcarnos. Podría decirse que el origen de los esquemas es más temprano que el de la mayoría de P.A.N
- Activación automática: estamos tan acostumbrados a ellos que gran parte de las veces actuamos en base a los mismos sin darnos cuenta.
¿Y por
qué alguien llega a desarrollar estos esquemas?
Puede que porque en la
infancia hubieron necesidades básicas insatisfechas (falta de afecto, apego
inadecuado…), por algún tipo experiencia temprana negativa (por ejemplo, una situación
traumática) y algo importante que también influye en el desarrollo de esquemas
según Young, es el temperamento emocional del niño (alegre, triste, irritable, ansioso…).
Este último factor es esencial ya que no todos los niños que hayan tenido
carencias en sus necesidades básicas o que hayan sufrido una situación
traumática, van a desarrollar esquemas
disfuncionales. Ya se sabe que en la psicología 2+2 puede tener muchos
resultados y todos son igualmente válidos.
Para terminar con el
post de hoy, un ejemplo de esquema disfuncional es el del caso de Ana:
En su niñez Ana fue abandonada por su
madre a la edad de 6 años, dejándola con su padrastro y con su hermano pequeño
Juan de 4 años. Debido a esa experiencia traumática de abandono, que
trajo consigo muchas consecuencias a la vida de Ana, la
paciente, de 34 años de edad, no consigue tener una pareja estable. La relación
más duradera que ha tenido ha sido de 6 meses.
Tras varias sesiones,
Ana ha comenzado a entender que el hecho
de que ella misma sabotee todas sus relaciones es por miedo a que la acaben
abandonando:
“Tengo un miedo atroz a que pase otra vez, como con mi madre, y me encargo de que ese momento no llegue nunca porque siempre acabo rompiendo yo la pareja o me encargo de que me dejen ellos. No me asusta tanto que me dejen cuando sé que les he dado motivos para hacerlo. Lo que me causa pavor es que un día, sin más, me abandonen. Sin haber hecho nada para ello”
“Tengo un miedo atroz a que pase otra vez, como con mi madre, y me encargo de que ese momento no llegue nunca porque siempre acabo rompiendo yo la pareja o me encargo de que me dejen ellos. No me asusta tanto que me dejen cuando sé que les he dado motivos para hacerlo. Lo que me causa pavor es que un día, sin más, me abandonen. Sin haber hecho nada para ello”
Este es un claro
ejemplo de esquema disfuncional, cuyo origen se sitúa en una experiencia temprana traumática y en el que las conductas y formas de pensar de Ana han ayudado a mantener los esquemas disfuncionales hasta el mometno presente.
Seguiremos hablando del
tema…
Sara Llorens Aguilar
sllorens@cop.es
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