"Tengo tics"

Los tics son contracciones involuntarias que se dan de forma repetitiva en aproximadamente un 1 % de la población, la mayoría hombres. En la edad adulta, suele comenzar alrededor de los 21 años.
Los tics se dividen en: crónicos o temporales y simples o complejos. Los tics temporales son los que duran un año o menos y los crónicos son aquellos que duran más de 12 meses.
Un tic simple es aquel en el que solo hay un músculo implicado en el movimiento. Por definición, un tic es complejo cuando hay más de un grupo muscular implicado en el movimiento.

Los tics suelen darse en la mayoría de los casos en la parte superior del cuerpo y los más comunes son en ojos, cabeza, cara y hombros. Los tics complejos también pueden ser vocales, como la coprolalia, en el que la persona  no puede parar de repetir palabrotas. La ecolalia es otro ejemplo de tic vocal en el que la persona no para de repetir una palabra, frase o canción en concreto.
Otros ejemplos de tics más comunes: carraspear, toser, guiñar el ojo, girar la cabeza hacia un lado, sacar la lengua, parpadear,levantar los hombros...
Los tics son un trastorno diferente al Síndrome de Gilles de la Tourette (al que dedicaremos tiempo en otra ocasión). En Tourette, hay tics complejos y crónicos, tanto vocales como motores. Si no se dan estas condiciones, entonces no podemos clasificarlo como Gilles de la Tourette.
Hace algún tiempo hablamos de la Tricotilomanía. No hay que confundirla con los tics, ya que aquella es un trastorno  debido al fallo de control de impulsos y los tics se deben a un problema motor.
También es  importante no confundir  tics con compulsiones (TOC), ya que estas últimas tienen un propósito y la persona es consciente del mismo (disminución de la responsabilidad percibida, disminución de la ansiedad, "impedir" que ocurra el contenido de las obsesiones). En el caso de los tics, la acción motora no está dirigida hacia un objetivo de forma consciente
En algunos estudios (O´Connor & Blowers,1994) se ha demostrado que las personas con tics tienden a mostrar cierto grado de hostilidad  reprimida, agresión interna, tendencia a la obsesión así como cierto grado de perfeccionismo e hiperactividad.
Según este mismo estudio,  las situaciones donde las personas tienden a hacer más tics son las que requieren  un mayor esfuerzo cognitivo y preocupación por la tarea. En estas actividades, a persona se preocupaba más por sus tics, su grado de interferencia en la actividad y lo que la gente podía pensar acerca de los mismos. Aquellas en las que la frecuencia de los tics era menor, eran situaciones donde la tarea se hacía de forma automática o de forma pasivaEsto quiere decir que  no basta con afirmar que el estrés facilita los tics, sino que hay que concretar más acerca de qué tipo de situaciones estresantes acentúan el problema. En este caso las fuentes de estrés que aumentaban los trastorno  eran las relacionadas con la propia imagen y el grado de implicación de la tarea.
Continuaremos hablando del tema y de cómo tratarlo.
Con posibilidad de terapia on-line

                                                          
                                                                       

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Sara LLorens Aguilar
sllorens@cop.es

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