Caso real de ataque de pánico

Juan es un madrileño de 25 años, recién licenciado en Ingeniería Informática, que está disfrutando de sus ansiadas vacaciones tras un terrible año de estudios...

"Estaba en el metro y había pasado unos días estresantes a causa de varios motivos. Llevaba unos días en los que no estaba comiendo bien y no lograba pasar una sola noche durmiendo del tirón. Realmente me notaba tenso ¡pero en comparación con el año que he llevado no era nada! Total, estaba en el metro  y me faltaban bastantes paradas para llegar a mi destino, el trayecto iba a durar una media hora y ¡eso me estresaba también! Empecé a encontrarme "raro" y entonces me  pregunté qué pasaría si me mareara allí mismo, en medio de tanta gente (el vagón estaba colapsado y sin sitio donde sentarse) y entonces...al pensar en eso....me sentí peor y muy inseguro...

Pasaron pocos minutos y aquello iba en aumento, cada vez me sentía  peor y más inseguro. Entonces pensé que no iba a ser capaz de llegar a mi parada y que mejor me volvía a casa. Sabía que en el fondo era un error pensar así pero... Al final vi que me iba a desmayar y aproveché la parada en la que estaba para bajarme. Nada más bajarme me senté en el primer banco que pillé  y empecé a temblar (sobre todo las manos), a sentirme muy mareado, a sudar de una forma brutal y no oía bien... Me puse muy, muy nervioso porque estaba solo y no sabía qué hacer, no quería llamar la atención. Al lado mío habían dos extranjeros y  estuve a punto de decirles en inglés que me ayudaran. No sé por qué no lo hice ¿vergüenza, quizás? Ya no importa. Me puse la cabeza entre las piernas, recuerdo que pensé que la gente que me estuviera viendo pensaría que "era un raro". Más me mareaba, más convencido estaba de que me iba a caer redondo allí mismo. Cuanto más lo pensaba, más memareaba. Estaba chorreando de sudor pero no hacía calor. Al final no me desmayé, al cabo de unos minutos que se me hicieron una vida, me empecé a sentir mejor y cuando vi que empezaba a retomar el control, comencé a calmarme. Me iba animando a mí mismo  diciéndome cosas como "venga ya está, ya ha pasado. Ahora poco a poco para arriba. Venga ya estás cogiendo fuerzas otra vez, quédate sentado el tiempo que te haga falta"

Lo peor no fue lo que pasó en sí, sino que no lo vi venir, el "factor sorpresa" por decirlo de alguna manera, es lo que me hizo sentirme muy inseguro. No sabía lo que me había pasado ¿por qué? ¿de dónde ha salido esto? ¿a qué viene? ... Y entonces me acordé de un amigo, Quique, al que le había pasado algo muy parecido cuando iba andando por  la calle. Me acordé de que lo había llamado ATAQUE DE PÁNICO.Y lo peor es que también recordé que tras ése vinieron más y fue dejando de hacer vida normal por miedo a que se repitieran. Al pensar en esto me sentí muchísimo peor.

En ese instante, aunque me sentía mejor y quería continuar para llegar al sitio al que iba pensé: ¿Y SI ME VUELVE A PASAR? ¿Y SI COJO EL METRO, ME VUELVE A OCURRIR Y NO TENGO LA MISMA SUERTE QUE ESTA VEZ? MEJOR ME VOY A CASA...PERO SI ME VOY NO HARÉ LO QUE TENGO QUE HACER Y ADEMÁS ¡¡NO VOY A DEJAR DE HACER MI VIDA POR MIEDO A QUE VUELVA A OCURRIR!! NO QUIERO QUE ME PASE LO MISMO QUE LE PASÓ A QUIQUE.."

En todo primer ataque de pánico hay varios momentos clave y éste es uno de ellos: decidir qué hago con él. Dejo que domine la situación o la domino yo. Decido si planto o no  la semilla para un posible Trastorno de Pánico. ¿Es posible que  Juan tenga otro ataque si sigue su camino y coge el metro? Sí, es posible pero no probable. También es posible que en otro momento vuelva a pasar lo mismo pero es menos probable que si decide volverse a casa en ese momento porque entonces lo que está haciendo es crear una grieta en la pared para que el trastorno se cuele por ella y entonces no haya una ataque de pánico sino muchos más en la cola.

Opción 1: Ha sido muy desagradable, horrible incluso, pero ya ha pasado. Si vuelve a pasar, tengo que hacer lo mismo que he hecho esta vez. Aunque se pasa fatal, como viene se va. Es intenso pero no ha durado más de 5 minutos de reloj. Es ansiedad pura y dura, no hay más. Había que soltarla por algún sitio y ha salido por ahí.

Opción 2: ha sido tremendo, horrible. No puedo.  Simplemente no puedo, me he acobardado. Nadie se va a morir porque no haga lo que tengo que hacer hoy. Ya mañana, si acaso.  En casa estaré mucho mejor, más protegido, más seguro. Si me vuelve a pasar algo así me muero. Imagínate que me desmayo y me roban la cartera... No voy a tentar a la suerte...


Si alguna vez has tenido un ataque de pánico o un amago, fíjate bien cuál escogiste y cuál es tu situación actual.


Con posibilidad de terapia on-line
                                                                    
                                                                      
Únete a nuestro grupo en Facebook

Sara LLorens Aguilar
sllorens@cop.es

Comments