¿En qué me equivoco al hacer la EPR con mi paciente? (1ª parte)

El otro día cayó en mis manos un artículo muy interesante sobre los posibles errores que un psicólogo puede cometer a la hora de llevar a cabo la Exposición con Prevención de Respuesta (EPR)  y como me pareció útil he hecho un pequeño resumen para todo aquel que esté interesad@. 
Por si  alguien quiere ir a la fuente en cuestión, ésta es:
S.J Gillihan, M.T Williams,  E. Malcoun, E. Yadin and E.B Foa (2012) Common pitfalls in exposure with response prevention for OCD . Journal of Obsessive-Compulsive and related disorders 1. 251-257

¿Cuáles son los errores más típicos a la hora de llevar a cabo la EPR  con el paciente? Aquí te los presento:

1. No motivar a los pacientes para ir más lejos en la EPR:

Aunque a veces nos cueste ver sufrir a los pacientes, los psicólogos tenemos la obligación de motivar a ir más allá en la EPR y en la exposción en general. Es importante mostrar una actitud empática y comprensiva a la par que nos mostramos firmes en nuestra decisión de llevar a cabo el ejercicio. Yo misma he experimentado más de una vez querer para la exposición para evitar el sufrimiento de la persona que estaba a mi lado y he tenido que hacer un esfuerzo para no hacerlo ya que sabía que el objetivo  a largo plazo era más importante que el alivio inmediato.
Darle mensajes  que le recuerden por qué está realizando el ejercicio es más que recomendable. Las palabras durante la tarea  pueden representar un gran apoyo pero hemos de vigilar que no se conviertan en una distracción.

Si por alguna de aquellas, por más que insistamos, el paciente se niega a hacer una determinada exposición, hemos de preguntarle que está dispuesto a hacer  en ese momento y continuar por ahí haciéndole ver que el objetivo a cumplir va a ser el mismo aunque el ritmo sea más lento.

2. Elegir la forma de EPR inadecuada: ¿EPR in vivo o en imaginación?

EPR in vivo: la persona tiene la desconfirmación inmediata de sus miedos, es decir, comprueba que sus creencias no reflejan una realidad. Al mismo tiempo, este tipo de exposición da lugar a una habituación a la ansiedad de forma que el estímulo suscita cada vez niveles menores.

EPR en imaginación: se utiliza para enfrentar al paciente a sus anticipaciones catastróficas. Suele ser especialmente útil en casos de “OCD pure” (compulsiones mentales) , cuando los miedos del paciente no pueden desconfirmarse en el presente  (moriré de SIDA),no pueden desconfirmarse en esta vida (cuando muera irá al infierno o será castigado por mis pecados) o cuando el paciente teme un cambio radical en su persona ( ¿seré gay? ¿Seré un pedófilo?)


Muchas veces resulta adecuado (y potente) hacer ambas de forma simultánea. Por ejemplo, dejar la luz encendida mientras el paciente se imagina todas las consecuencias catastróficas que podrían derivar de ese acto.


3. Promover la distracción durante la exposición:

Aunque hay controversia porque algunos estudios han demostrado que la distracción puede ser útil durante la exposición, esto no se ha demostrado en el campo del TOC. Por ahora lo que sabemos es que en la EPR lo más eficaz es estar concentrado al máximo en el contenido de la obsesión y el ejercicio en sí.
Si le decimos al paciente que el objetivo de la EPR está en enfrentar sus miedos y desconfirmar sus creencias, no podemos motivarle a que se distraiga de su objetivo. Serían mensajes contradictorios ¿Significa eso que no se puede hablar de nada con el paciente mientras practica la EPR? No, pero las conversaciones han de ser banales, de forma que requieran los mínimos recursos cognitivos del paciente ya que estos deben estar centrados en el ejercicio.

Si el paciente nos dice que las consecuencias temidas no han ocurrido por la distracción, es que no hemos llevado a cabo de la forma adecuada  lo anterior. Es más, el paciente podría adquirir esa distracción como un nuevo ritual que pasaría a formar parte de su repertorio.
También es importante vigilar las formas sutiles de distracción (por ejemplo, ciertos pensamientos) para ello hay que estar muy pendiente de lenguaje verbal y no verbal del paciente.

Yo lo que hago durante la EPR es preguntar con bastante frecuencia qué piensa, qué siente, cuáles son los niveles de ansiedad… de esta forma hay conversación pero centrada en el contenido del ejercicio.  Lo que también pretendo con esta estrategia es disminuir  las probabilidades de distracción mental.

¡Seguiremos con el tema en el próximo post!




Con posibilidad de terapia on-line
                                           
                                                                        
Únete a nuestro grupo en Facebook

Sara LLorens Aguilar

sllorens@cop.es

Comments