Polución mental y traición. Congreso Valencia

Este es otro post  en el que quiero contarte algunas otras novedades en investigación del congreso  que tuvo lugar hace poco, aquí en Valencia. Hubo un simposio que me gustó bastante porque fue, además de interesante, un tema que a mí me pareció muy original.
El título del simposio era:  Inducción a la contaminación mental en víctimas y perpetradores de la traición (ya el título prometía), una investigación llevada a cabo por Antonia Jiménez Ros y su equipo, en la Universidad de Algarve.
Resultado de imagen de suciedad 
La polución mental, término acuñado por Rachman, viene a decir que  algunos pacientes con TOC sienten que se han contaminado o ensuciado al tocar un objeto determinado (obsesión) y de ahí a la necesidad de lavarse o limpiarse (compulsión). Esta investigación sugiere que  este término podría extenderse a situaciones  en las que no existe un contacto físico con un objeto sino que una persona podría sentirse "contaminada"  tras haber sufrido algún tipo de trauma, como por ejemplo, una traición.

La idea de esta investigación surgió del hecho de que un porcentaje relativamente elevado de pacientes con polución mental, habían sufrido algún tipo de trauma en el pasado. Fue entonces cuando surgió la idea de una posible polución mental como consecuencia de haber vivido una situación traumática.

En la investigación se  observó que la  contaminación se daba tanto en víctimas de una traición como en los perpetradores de la misma. Los tipos de traición que se estudiaron fueron: deslealtad  e infidelidad.   Estos resultados llamaron la atención, ya que  no se esperaba encontrar polución mental en los perpetradores. Parece ser que las víctimas de la traición, no solo manifestaban esta contaminación psicológica sino que además, coherentemente con la obsesión, aumentaban su necesidad de lavado o limpieza para, supuestamente, deshacerse de esa contaminación. Sin embargo, esto no ocurría en los perpetradores.

Sería interesante replicar el estudio, ya que parece ser que la muestra de éste fue demasiado pequeña y la mayoría de sujetos participantes fueron mujeres. Una muestra más amplia y heterogénea aumentaría la validez de futuras investigaciones. También sería interesante estudiar  otros tipos de traición además de la infidelidad y la deslealtad para ver si podríamos generalizar los resultados. Y otro punto a tener en cuenta sería controlar el tiempo que ha pasado desde que se dio la traición, ya que la forma de procesar la situación no es la misma según el tiempo que haya transcurrido.

Resultado de imagen de deslealtad
 
Yo, siempre focalizada en cómo trasladar esto a la práctica clínica, pregunté qué tipo de repercusiones tendrían estos descubrimientos  (de ser replicados)  en lo que es el tratamiento de este tipo de TOC. Me comentaron que más que al tratamiento, estaba focalizado a conocer mejor las causas que podían llevar a ese tipo de problema y por lo tanto a una prevención o identificación precoz de las primeras manifestaciones.

Interesante ¿verdad?

 
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Sara LLorens Aguilar

sllorens@cop.es 



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