¿Quién dijo vergüenza?

Resultado de imagen de mary poppinsHace un par de días,  volvía de la consulta y de camino a casa iba un hombre delante de mí que de tanto en tanto se paraba y daba un saltito a lo Mary Poppins. El hombre llevaba sus bolsas del supermercado y su apariencia no era nada extravagante o extraña. Hubiera pasado totalmente desapercibido si no hubiera sido por esos extraños gestos o... malabarismos. El caso es que lo primero que me vino a la cabeza es que quizás estaba haciendo algún ejercicio de terapia, quizás estaba superando algún tipo de miedo.... Esto me ocurre con frecuencia: ver a alguien por la calle que hace algo que la mayoría consideraríamos que llama la atención y directamente le doy una posible explicación  psicológica. Estoy convencida de que en muchas ocasiones estaré equivocada pero también de que en muchas otras lo que pienso coincide con la realidad....

El caso es que me acordé de los llamados ejercicios de ataque a  la vergüenza de  Ellis y es a ellos a los que voy a dedicar este post. Ellis creó la llamada Terapia Racional Emotiva (TRE)   y las técnicas utilizadas para aplicar la terapia, se dividen en tres grupos: racionales, emocionales y conductuales. Bien, pues los ejercicios para atacar la vergüenza entrarían en el segundo grupo. ¿Y en qué consisten? Puen en este caso el nombre lo dice todo: disminuir o eliminar la vergüenza y/o timidez.
En realidad, no es una exposición como la que solemos utilizar. Desde mi punto de vista, clasificaría esta técnica como un tipo de sobreaprendizaje. Es decir, al practicarla el paciente no se expone a situaciones que consideramos "normales" sino que más bien las calificaríamos de  extrañas o incluso extravagantes. Está a un nivel por encima de la exposición. Con una persona que viene a consulta para trabajar la timidez, nunca haríamos estos ejercicios en la primera fase del proceso terapéutico, sino al final y si el paciente quiere.
Te voy a  poner  varios ejemplos de diversos tipos para que veas cómo podríamos aplicarla:

Resultado de imagen de sombrero ridiculoPodríamos pedirle al paciente, como yo he hecho en alguna ocasión, que vaya a una carnicería y que pida  fruta. Que se presente en una ferretería y que pida que le muestren dónde se encuentra la ropa de marca. O.... que en la panadería del barrio pida medio kilo de salmón.

Otro ejemplo sería pedir al paciente que haga algo  que la mayoría de la gente consideraría fuera de lugar, extravagante, raro... Por ejemplo: ponerse a bailar en mitad de la calle, así sin más. O también ir hablando solo (sin móvil, ni auriculares ni pinganillo....). O... ir con una prenda de ropa muy, muy llamativa.

Otro tipo de ejercicio de la vergüenza que se me ocurre y que también le he pedido a algún paciente es que se vaya a la sección de ropa de niños (mi paciente era adulta), que coja  un par de vestiditos y le pregunte a la dependienta (con un semblante muy serio) si cree que le estarán bien o si tiene su talla.

Aquí os dejo un videoclip que, aunque  no menciona a Ellis..., ilustra claramente lo que os acabo de explicar ¡Que lo disfrutéis! 





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Sara LLorens Aguilar  
sllorens@cop.es 

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