¿Qué hacer cuando un familiar de tu paciente quiere ocupar el rol de psicólogo?



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La colaboración de los familiares/pareja en terapia es importante  en gran parte de los casos y en algunos hasta esencial. Una buena colaboración puede resultar de gran utilidad y de hecho, en la mayoría de casos, la predisposición y participación son impecables. Pero  al mismo tiempo, igual de útil que puede resultar, puede ser muy perjudicial cuando nos encontramos con un allegado  que cree saber más que el psicólogo
Résultat de recherche d'images pour "balanza"No estamos hablando de familiares que no creen en la terapia o en los psicólogos, hay muchos casos de este tipo, y más aún en España, pero que no crean en la psicología no implica necesariamente que interfieran negativamente en el proceso terapéutico, normalmente se mantienen al margen.  Te estoy hablando de familiares que por una u otra razón desafían indirecta o directamente al psicólogo perjudicando la terapia y, lo más importante, al paciente. Creen que lo hacen por el bien del paciente, pero no es así. Es obvio que no lo es porque tras muchos años actuando igual, nos encontramos en consulta, así que algo se está haciendo mal. Con la mejor de las intenciones, no hay duda, pero mal.

Esta situación me la he encontrado escasas veces, pero me la he encontrado. Escribo sobre el tema porque creo que a más de uno le puede ser útil en un momento dado.

Lo primero que cabe preguntarse es...¿Cómo detectamos si nos encontramos frente a una persona de estas características? Hay varias conductas que pueden ponernos en alerta:

  • Que el familiar se niegue a colaborar en las tareas de terapia y siga con los viejos hábitos, que por la información que se le ha dado en las sesiones sabe que son perjudiciales.
  • Que el familiar discuta las pautas/tareas que el psicólogo manda entre sesiones.
  • Que el familiar desacredite/ponga en duda/ridiculice las estrategias  del terapeuta en las sesiones, o que lo haga fuera una vez ya está en casa con el paciente.
 ¿Qué hacemos cuando esto pasa?
Résultat de recherche d'images pour "reunión"Las pocas veces que esa situación se pueda dar, cada uno  se manejará como crea conveniente pero lo que yo hago en primera instancia es  hablar  directamente con la persona que está interfiriendo  y usar argumentos de peso (las diferentes investigaciones realizadas a lo largo de los años que avalan la terapia, la gran cantidad de pacientes que se han beneficiado de su uso, evidenciar que si la situación problemática se mantiene quizás se deba en gran parte a que lo que uno cree que es lo adecuado en realidad no lo es......)  para defender la terapia y pedir que por favor,  si no va a participar que por lo menos no interfiera, que se mantenga al margen. Esto incluye proporcionar al familiar la  documentación necesaria sobre lo hablado si lo pide. Lo normal es que baste con una sesión  para ponernos de acuerdo en unos mínimos y así ir todos en la misma dirección.

No  se trata de una lucha de poder ni de ver  quién es más listo o sabe más, se trata simplemente de que si uno acude a un profesional para pedir ayuda para un problema que  no solo se mantiene sino que se ha agravado con los años utilizando las estrategias  que se hayan utilizado,  uno ha de respetar a ese profesional, su trabajo y sus conocimientos. A mí no se me ocurre acudir a un médico, arquitecto o fontanero y decirle cómo tiene que hacer su trabajo. Personalmente, lo considero una falta de respeto y tampoco le veo mucho sentido, ya que si supiera hacerlo yo misma correctamente, no acudiría a un profesional.

¿Qué pasa si tras hablarlo  el familiar continúa con las mismas conductas?
Résultat de recherche d'images pour "decision"La  persona puede cambiar su actitud... o no. Una vez se ha tratado el tema varias veces y la persona no hace caso, yo soy muy tajante al respecto porque considero que en estas situaciones el paciente pierde su tiempo, su dinero y, lo peor de todo, su salud mental se deteriora. Esto pasa, es así. Me gusta trabajar pensando siempre que hay posibilidades de mejora, que podemos conseguir juntos una mejor calidad de vida (supongo que a la mayoría de psicólogos les ocurre lo mismo) y en estas condiciones sé de antemano que esto no es posible y no me siento bien trabajando de esta manera. Que yo recuerde me ha ocurrido en una ocasión y  decidí abandonar el caso, dejando siempre las puertas abiertas si el familiar se decidía  a cambiar la actitud.

Siempre habrán distintas maneras de tratar una misma situación y la mía es ésta por las razones que aquí expongo. Los pacientes necesitan estar motivados para  hacer terapia pero los psicólogos también y para estar motivado hay que creer posibles los objetivos que uno se propone, algo que en este tipo de situaciones es dificil de mantener.



 

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Sara LLorens Aguilar
sllorens@cop.es
www.profesionaldelapsicologia.es

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