Vamos con un poco de psicofarmacología: Los ISRS



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Revisando el blog , me he dado cuenta de que apenas he tratado el área farmacológica (una siempre acaba  hablando de lo que más le gusta y dejando de lado lo que le resulta menos interesante...) pero  hay que admitir que es una parte importante de la terapia ya que muchos pacientes acuden medicados a consulta y el psicólogo tiene que tener unos mínimos conocimientos sobre el tema, aunque luego se encargue el psiquiatra de esa parte.

Resultado de imagen de farmacosEn general no soy muy partidaria de la medicación, si puede evitarse. Siempre les digo a mis pacientes lo mismo pero también les digo que hay que ser lo bastante flexible (e inteligente) para cambiar de opinión cuando la situación lo pide. A veces, justamente para que la terapia funcione y el paciente esté receptivo a la misma, hay que recurrir temporalmente a la medicación. Si la terapia, que ya es dura de por sí, la empezamos con unos niveles de ansiedad elevadísimos o un estado de ánimo muy bajo, va a ser difícil que nos  veamos con fuerzas para afrontar un proceso terapéutico. En estos casos  conviene valorar la posibilidad de ayuda  farmacológica combinada con terapia.

Bien, pues en el post de hoy te voy a hablar de los antidepresivos, concretamente de los  Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS). Los ISRS son los antidepresivos estrella, como los llamo yo.  Son los más recetados en la actualidad debido a su eficacia y a que generan menor cantidad de efectos secundarios (y de menor importancia) que otros fármacos antidepresivos, esto último se debe a que actúan exclusivamente sobre la serotonina, que para que te hagas una idea, es una sustancia que tenemos en el cerebro y que regula nuestro estado de ánimo. Cuanto más baja tenemos la serotonina, más bajo será nuestro estado de ánimo. Así, explicado muy a grosso modo, ésa es la idea. Si bien es cierto que no quedan exentos de efectos secundarios molestos como puede ser a nivel sexual (bastante común, entre otros), sí que es verdad que en comparación con efectos secundarios de otro tipo de antidepresivos como los de los IMAOS o los tricíclicos, los riesgos son bastante menores.

Para que te hagas una idea de cuáles son los ISRS principales, te dejo una pequeña lista de los principios activos y algunas marcas comerciales:
  • Fluoxetina (Prozac)
  • Sertralina  (Aremis,Besitran)
  • Paroxetina (Seroxat,Motivan)
  • Fluvoxamina (Dumirox)
  • Citalopram  (Seropram,Prisdal)
  • Escitalopram (Esertia,Cipralex)

Los ISRS  no solo se utilizan  en la depresión mayor, sino que se suelen recetar también en otros casos como puedan ser:
  1. Distimia
  2. En prevención de recaídas.
  3. En depresión debida a trastornos mentales
  4. En fase depresiva de trastorno bipolar
  5. Bulimia 
  6. En trastornos de ansiedad que requieran tratamiento a largo plazo
Resultado de imagen de ISRSEn todos los casos la eficacia del medicamento empieza a notarse a las dos o tres semanas, es decir, que no podemos tomarnos un antidepresivo y esperar que nos haga el efecto  como lo haría un Ibuprofeno. No funciona así. Hay que dar una margen de tiempo más amplio para ver si el medicamento funciona y comprobar si nuestro cuerpo lo tolera  bien (es decir, si notamos cambio a la par que  los efectos secundarios son  ligeros y si disminuyen/desaparecen con el tiempo). Los efectos secundarios, supuestamente, se deberían a la acción de  la serotonina  en  los receptores erróneos. Estos efectos  son principalmente los que te comento en la siguiente lista:
  • Diarrea
  • Mareos
  • Somnolencia
  • Temblor
  • Sudor
  • Sequedad de boca
  • Cefaleas
  • Náuseas y vómito
  • Disfuncones sexuales
  • Agitación
Una vez conseguidos, y asentados en el tiempo, los resultados en terapia con medicación , entonces ya es momento de hablar con el paciente y tantear el terreno para ver cuándo empezamos a disminuir la medicación y así observar si los resultados obtenidos se mantienen sin ella. Sobra decir que esto siempre va a ir coordinado con el  psiquiatra  que lleve el tema de la medicación del paciente. Las subidas y bajadas de medicación por iniciativa del paciente, en plan libre albedrío, no suelen dar lugar a buenas experiencias....  Y esto hay que dejarlo claro las veces que haga falta.

Una vez observemos que los resultados terapéuticos se mantienen en el tiempo sin medicación o, en según que casos, con la menor dosis de medicación posible (hay que ser realistas y saber reconocer que en algunos casos la medicación  no se puede eliminar por completo debido a las circunstancias  e historia clínica  del paciente)  entonces es señal  de que el paciente puede intentar caminar ya  a solas.







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Sara LLorens Aguilar
sllorens@cop.es
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