Imagen corporal y redes sociales


Si estás interesado en participar en nuestro estudio de investigación sobre TOC,  por favor pincha aquí


If  you are interested in taking part in our research study about OCD, please click here


Algo que caracteriza a personas con desórdenes de alimentación es  comparar su físico con el de otras personas del mismo sexo. Estas comparaciones suelen  estar bastante distorsionadas por varios motivos:

  1. Porque  la paciente suele partir de una imagen corporal distorsionada (lo que se traduce en que se ve más gorda de lo que realmente está)
  2. Porque los puntos de referencia de las pacientes a la hora de compararse suelen ser modelos de mujer bastante alejados de la realidad y/o "ideales enfermizos"
  3. Porque muchas de esas comparaciones se hacen a partir de fotos y vídeos retocados (o muy trabajados en el mejor de los  casos). Este último punto es  del que te voy a hablar hoy y más concretamente de su relación con las redes sociales.

Resultado de imagen de proana y promiaHace un par de días tuve una sesión con una paciente que llevo desde hace algunos meses. La paciente en cuestión padece de muy baja autoestima y focaliza sus problemas en el físico. Manifiesta una distorsión de la imagen corporal bastante acuciada a pesar de que tiene un peso normal acorde a los estándares de la OMS (rozando la barrera del infrapeso). Gracias al buen rapport que hubo entre las dos desde el principio y al hecho de que está bastante receptiva, hemos logrado poco a poco pequeñas mejorías, entre ellas las desaparición de los vómitos, cierta regularidad de comidas, el cese de las autolesiones...entre otros. Aún así la distorsión de la imagen corporal sigue muy presente, como cabe esperar en estos casos, ya que suele ser uno de los puntos más resistentes.


Esta última sesión la dedicamos a hablar de los puntos de referencia que ella tenía y, cómo no, salió el  Instagram, que tantos quebraderos de cabeza da a más de uno (y seguro que no solo en mi consulta). Las redes sociales han sido todo un boom y tienen muchos puntos fuertes pero también nos encontramos con la otra cara de la moneda. Estuvimos ojeando uno de los perfiles que ella consideraba como el canon  ideal de belleza. La primera observación que hicimos es que aquello era estilo Pro-Ana y Pro-Mía (webs que promueven la anorexia y la bulimia) pero en versión más moderna. Un ideal de belleza enfermizo. En las fotos no solo se percibía una delgadez extrema sino que la forma en la que estaban hechas  las posturas (cómo se mostraban las costillas, las clavículas...) estaban  realmente estudiadas para conseguir el objetivo. 
Otra observación fue que  probablemente  esas  fotos estaban retocadas y de ser reales (lo que es peor aún) probablemente la persona se había hecho decenas de fotos hasta conseguir "la ideal", cosa que frustra a mi paciente  cuando se hace un par de fotos y no consigue "la perfección" que la Instagrammer parece conseguir en el primer flash. 
Otro punto que tratamos fue que, en el caso de que este cuerpo fuera real, la persona no va a mostrar los días de inanición  pasa para conseguir esa imagen, tampoco va a fotografiarse a sí misma con la cabeza metida en WC mientras vomita lo ingerido tras un atracón, ni va a enseñar las heridas de autolesiones, tampoco va a hablarle a pie de foto de su soledad, su desesperación o de lo mucho que se odia a sí misma según el día que le toque. Solo le va a mostrar lo que ella quiere que vea, con lo que esa realidad con la que se compara va a estar  manipulada y siempre va a quedar en desventaja, precisamente por eso, porque se compara con una pseudorealidad. No es juego limpio.

También hablamos de la relación entre felicidad y delgadez. Investigamos  en Internet (buscando reportajes y similares) sobre ejemplos de Instagrammers conocidas que mostraban lo que parecía una vida perfecta y que encajanban en los cánones de belleza de la sociedad pero que sin embargo  habían terminado por cerrar sus cuentas por la ansiedad que les generaba la presión de los likes, confesando que su vida nada tenía que ver con lo que mostraban en sus imágenes.


Resultado de imagen de proana y promia

Todo esto se trabaja en sesión sin intentar convencer a la paciente. Familiares, amigas, pareja...ya han intentado convencerla (a esta persona o a cualquier otra que acude a consulta) y obviamente no ha funcionado. 
En las discusiones cognitivas el trabajo del psicólogo no es convencer al paciente sino hacerle pensar, hacerle reflexionar sobre puntos de vista o ideas en los que él o ella cree firmemente sin cuestionárselos a pesar de que le resultan dañinos. Abrir una grieta en el muro. Si la paciente a lo largo de la sesión te dice en algún momento "no me lo había planteado así" o algo similar, ya es un paso porque probablemente en la siguiente sesión te venga con: "estuve pensando en lo que hablamos el otro día y..." Y ahí vengan pequeñas reflexiones, que darán lugar a pequeños cambios con el paso del tiempo, tanto en su forma de pensar como en su forma de actuar. Obviamente hablamos de un trabajo de varias sesiones, es un trabajo a cuentagotas, erosionando la pared sesión tras sesión...
En este caso en concreto, a pesar de que esta paciente va muy poco a poco, puedo observar como el cambio se va gestando.





Con posibilidad de terapia on-line





Únete a nuestro grupo en Facebook
Sara LLorens Aguilar
sllorens@cop.es
www.profesionaldelapsicologia.es

Comments