Tipos de contaminación mental en el TOC

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Como ya hace tiempo que no escribo sobre TOC,  vamos a hacer un breve repaso al llamado TOC por contaminación mental. En su momento te conté las diferencias entre este tipo y el de contaminación por contacto (recuerda este post pinchando aquí) y hoy voy a dedicar un tiempo a presentarte las diferentes formas  en las que puede presentarse el TOC por contaminación mental. Existen cuatro tipos y todas ellas la principal fuente de contaminación es una persona:

• Contaminación por violación física.
• Contaminación de uno mismo.
• Contaminación visual.
• Contaminación por mutación (morphing).

Contaminación por violación física y psicológica:

Es normal sentirse sucio/a tras una violación o algún tipo de abuso sexual pero a veces esa sensación persiste a largo plazo y los pacientes la describen como "una suciedad interior". Esta sensación es la propia de este tipo de TOC y es difícil de describir y localizar físicamente pero surge fácilmente a través de ciertos recuerdos/pensamientos/imágenes. Obviamente tiene un componente moral importante y no se va por mucho que la persona se lave o se limpie (en el mejor de los casos, estas acciones producen cierto alivio), de ahí a que se describa como suciedad interna.

Quizás mientras lees esto pienses en el Trastorno por Estrés Postraumático. Es cierto que hay un solapamiento entre este tipo de TOC y el Estrés postraumático,  pero una de las diferencias esenciales es que el TOC por contaminación mental puede producirse también tras una violación emocional o psicológica, es decir, sin que haya habido ningún tipo de contacto físico. Dentro de este tipo de violaciones incluiríamos por ejemplo:la traición o la humillación. En este tipo de casos hablaríamos de contaminación por violación psicológica, que vendría a manifestarse prácticamente igual que la contaminación desencadenada por una violación física.

Contaminación de uno mismo: 

La fuente de contaminación es el propio paciente. En la mayor parte de los casos, suele producirse por pensamientos o imágenes desagradables o ciertas acciones consideradas inaceptables por la persona y  que desencadenan sentimientos de culpa y vergüenza.   Estos pensamientos e imágenes intrusivos que dan lugar a la obsesión por contaminación, suelen ser de tipo sexual , religioso y/o agresivo, por lo que hay un componente importante de tipo moral.

Al ser uno mismo la fuente de contaminación, la sensación de contaminación/recontaminación es constante por lo que interfiere bastante el la vida diaria de quién lo padece.

Contaminación visual:

Se produce cuando la persona se siente contaminada únicamente al ver a alguien que considera raro, inmoral o de mala reputación. Es como si de alguna forma el paciente se contaminara de estas características indeseables  al ver al otro individuo que supuestamente las posee. A veces, ver a  alguien comportarse de forma extraña en público, provoca en el paciente el miedo de, por haberlo presenciado, contaminarse y perder la cabeza.

Contaminación por mutación (morphing):

Es similar a la anterior pero con matices. Consiste en  la creencia de que bien por contaminación visual o por contacto físico uno puede absorber o contagiarse de las características negativas del otro. La supuesta fuente de contaminación suelen ser personas consideradas marginales: individuos mentalmente inestables,  adictos a las drogas , personas de moral cuestionable... Curiosamente personas con un status socioeconómico elevado no suelen ser consideradas fuentes de contaminación en los casos de morphing. Muchos de los pacientes con este tipo de TOC, han pasado previamente por un TOC de contaminación por contacto.

Un miedo que suele haber detrás de muchos casos de morphing es la idea de que hay gérmenes que pueden provocar la transmisión de  enfermedades mentales entre personas.

En los casos de  TOC por contaminación mental suele haber de forma subyacente muchas  ideas del tipo pensamiento mágico y es esencial  trabajarlas a nivel cognitivo. Más adelante retomaremos el tema pero toda esta información y mucho más la puedes encontrar en The  Oxford Guide to the Treatment of Mental Contamination de Rachman, Coughtrey, Shafran y Radomsky.

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Sara LLorens Aguilar
sllorens@cop.es
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