¿Qué es la sideración psíquica? ( 2ª parte)

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La semana pasada hablábamos de sideración psíquica y  la consecuente disociación que se da en ocasiones al vivir  situaciones traumáticas. Bien, pues hubieron algunos puntos interesantes que se nos quedaron por comentar. En este segundo post quiero hacer hincapié en la parte de la disociación, tanto del agresor como de la víctima, especialmente en en de la víctima. 

Resultado de imagen de neuronas espejo
¿Qué hay del agresor? ¿Cómo puede ser alguien capaz de realizar tales actos? ¿Cómo se puede  hacer algo así a otro ser humano? ¿Cómo se vive con ello?  Entre las funciones de las llamadas neuronas espejo, está la que se encarga  de que podamos empatizar con las emociones de otros. Estas neuronas dejan de funcionar en el momento el que el agresor ataca, ya que en él se produce también una  disociación emocional. De esta forma es mucho más fácil y cómodo para el indviduo continuar con lo que está haciendo, ya que no puede empatizar, no puede sentir el sufrimiento de su víctima. Esto es un fenómeno general de las situaciones de violencia extrema: el agresor se disocia completamente de la víctima.

Por otra parte, la disociación de la víctima puede durar mucho más allá del momento del trauma. Es más, si por cuestiones de la vida la víctima está en contacto continuo con el agresor, la duración de la disociación es mayor y de puertas para fuera parece que "está bien", cuando en realidad es todo lo contrario aunque ni la propia víctima es consciente de ello (y por lo tanto, menos probabilidades de que pida ayuda). Podría decirse que  cuanto mayor es el peligro que corre la víctima en su día a día, más intensa y duradera es la disociación, ya que es su forma de protegerse. Una máscara invisible hasta para quién la lleva puesta. 
Todo esto hace que las posibilidades de recibir ayuda disminuyan, ya que la gente de alrededor se preocupa menos ¿por qué? La víctima está desconectada de sus emociones y por lo tanto  no muestra ninguna. Cuando estamos frente a alguien que no muestra emociones, nuestras neuronas espejo no trabajan y somos incapaces de empatizar con esa persona. Si no empatizamos, no sabemos lo que siente, con lo que es más complicado percibir que esa persona necesita ayuda.

Entonces la idea general sería: 

Cuánto más traumática es la situación, mayor disociación (durante y después) y por lo tanto menos credibilidad se le da a la víctima. 

Resultado de imagen de soledad

Como te comentaba en el post anterior, la formación en estos conocimientos es esencial para todo aquel profesional que pueda tener cierto rol en un proceso de este tipo (psicólogos, psiquiatras, policía, jueces, abogados, jurado... Y claro está,  familiares y allegados a las víctimas) porque es de este modo como puede darse un trato justo a estas situaciones y como puede verdaderamente empezar el camino de ayuda a la víctima. Los procesos terapéuticos en estos casos son largos y el objetivo de la terapia, como ya he comentado en otros posts que trataban el estrés postraumático, es conseguir en la persona llegue a integrar y almacenar en su memoria el trauma como un recuerdo, sin revivirlo con el mismo dolor cada día.






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Sara LLorens Aguilar
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