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En este post te voy a resumir los puntos principales de un artículo muy interesante sobre los antidepresivos que cuestiona tanto la eficacia como la seguridad de este tipo de medicamentos. El artículo en cuestión se titula: Primum non nocere: an evolutionary analysis of wether antidepressants do more harm than good de Andrews, Thomson, Amstadter y Neale. Te ánimo a que si te interesa el tema y dominas el inglés, lo busques y le eches un vistazo. Yo te hago un breve resumen de lo que creo que son los puntos clave. Vamos allá.
La depresión es uno de los trastornos mentales más comunes, lo que se traduce en una altísima demanda de fármacos
antidepresivos a nivel mundial.
La serotonina y la norepinefrina son los principales neurotransmisores implicados en la depresión. Para que me entiendas, son sustancias que tenemos en nuestro sistema nervioso central (nuestro cerebro) que, según las teorías actuales sobre la depresión, son las encargadas de regular los síntomas depresivos. Los antideprsivos son los medicamentos que regulan estas sustancias y que supuestamente mejoran la depresión. Este tipo de medicamentos no solo se recetan a las personas que padecen este trastorno sino que también se recetan en muchos otros casos: distimia, trastorno bipolar, Trastorno Obsesivo Compulsivo, trastornos alimentarios, trastornos de ansiedad... Es decir, que actualmente un elevado porcentaje de la población mundial se medica con antidepresivos sea por un motivo u otro.
La serotonina y la norepinefrina son los principales neurotransmisores implicados en la depresión. Para que me entiendas, son sustancias que tenemos en nuestro sistema nervioso central (nuestro cerebro) que, según las teorías actuales sobre la depresión, son las encargadas de regular los síntomas depresivos. Los antideprsivos son los medicamentos que regulan estas sustancias y que supuestamente mejoran la depresión. Este tipo de medicamentos no solo se recetan a las personas que padecen este trastorno sino que también se recetan en muchos otros casos: distimia, trastorno bipolar, Trastorno Obsesivo Compulsivo, trastornos alimentarios, trastornos de ansiedad... Es decir, que actualmente un elevado porcentaje de la población mundial se medica con antidepresivos sea por un motivo u otro.
Digamos que la razón principal
para tanta receta a lo largo y ancho de
los cinco continentes es que en un principio se supone que los antidepresivos
son eficaces a la par que inofensivos, pero numerosos estudios han
demostrado a lo largo de los últimos años que esto no está tan claro y que se
requiere mucha más investigación sobre el tema. Dichos
estudios de los que te hablo sugieren
que el efecto antidepresivo de estos medicamentos está cerca de ser el mismo
que el del placebo y que, lo que es igual o más importante, producen a la larga
efectos adversos importantes a tener en cuenta.
Hasta ahora se había dicho que
los antidepresivos promovían la neurogénesis (formación de neuronas) pero parece ser que el tema no está tan claro
y que podrían dar lugar a lo contrario: la muerte neuronal. Según estudios
recientes, los antidepresivos podrían causar daños neuronales y revertir
neuronas maduras a estadios más inmaduros, lo que explicaría el porqué los
antidepresivos llevan a las neuronas a una muerte programada (apoptosis).
También son conocidos por sus
efectos secundarios a nivel sexual, por
aumentar las posibilidades de derrame
cerebral, por una disminución significativa de la capacidad de atención, así como por
aumentar las posibilidades de sufrir colon irritable. Todo esto es fruto de las
irregularidades que estos medicamentos causan en el circuito adaptativo de la
serotonina (lo del circuito te lo explico más abajo). El mayor problema de nuestra sociedad al respecto de este tema es
que los antidepresivos se recetan como
si fueran gominolas, infravalorando los efectos adversos que pueda
conllevar su toma.
La principal forma de actuación
de los antidepresivos es mantener más tiempo a la serotonina en el espacio intersináptico. Para que me
entiendas, entre la neurona A y la neurona B hay un espacio pequeñito a través
del cual dichas neuronas se conectan. La
neurona A suelta serotonina que, tras haber hecho su efecto (entre una de sus funciones está regular el estado de ánimo), es recogida por un
transportador que la guarda en la neurona
B. Los antidepresivos bloquean los transportadores y así mantienen a la
serotonina más tiempo de lo normal actuando en ese espacio intersináptico. Cuando los antidepresivos se dan
de forma prolongada, el cerebro tiende a formar menos serotonina para compensar
el efecto de los antidepresivos. Es decir, el organismo hace lo de siempre:
tiende a buscar el equilibrio (homeostasis) Esto podría ser la razón de las
numerosas recaídas a medio y largo plazo de personas con depresión a quiénes en
un primer momento los antidepresivos sí les resultaron eficaces.
Todas los que estamos en este
mundo de la farmacia, psiquiatría y/o la psicología, sabemos que la hipótesis principal que explica el origen y mantenimiento de
la depresión, relaciona la serotonina y
otros neurotransmisores con los síntomas depresivos pero también sabemos que la
naturaleza concreta de esta relación no está tan clara. Para que me entiendas,
no se ha probado que una bajada de la serotonina sea CAUSA directa de los síntomas
depresivos.
Hay que tener en cuenta que los
antidepresivos generan muchísimos
beneficios económicos a las grandes compañías farmacéuticas. Cuando hay dinero
de por medio, hay conflicto de interés.
Y la salud no es una excepción. Digo
esto porque hay muchos estudios que
comparan placebo con antidepresivos en personas con depresión y la diferencia
en la mejoría entre un grupo y otro no justifica el uso de los antidepresivos.
Pero muchos de estos estudios no se publican
(la información detallada la tienes en el artículo). Algunos autores encuentran en la baja eficacia de los
antidepresivos la prueba de que la serotonina no está involucrada en la
regulación de los síntomas depresivos.
Este artículo pone sobre la mesa muchos interrogantes pero sobre todo hace evidente lo mucho que nos queda por saber incluso en las áreas donde creíamos que ya sabíamos lo bastante.
Con posibilidad de terapia on-line |
Sara LLorens Aguilar
sllorens@cop.es
www.profesionaldelapsicologia.es
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