Cuando Anna conoció a Ben. O cuando una neurotípica se enamora de un Asperger.


Cuando  Anna conoció a Ben (vamos a llamarlos así), lo que más le fascinó fue que era diferente al resto. Alguien bastante particular. Características que hubieran echado para atrás a muchas otras mujeres, eran como un imán para Anna. Era muy evidente que Ben mostraba un coeficiente intelectual muy por encima de la media, lo que se manifestaba a todas luces de muy diferentes formas y en especial por su destacada habilidad para las matemáticas. A Anna le llamaba la atención su forma de hablar: aquel uso de un lenguaje tan correcto y formal,  un vocabulario tan rico, ese uso de la semántica (tan excepcional hoy en día...); también le atraía el concepto de justicia social que claramente se manifestaba en los objetivos profesionales, muy ambiciosos, de Ben. Él había viajado y vivido por diferentes partes del mundo debido  a sus diferentes proyectos. El trabajo era algo a lo que Ben se entregaba en cuerpo y alma (en realidad esto es un eufemismo porque se trataba de una más que  evidente adicción al trabajo).
Ben era una persona muy independiente. Y solitaria. Le dijo a Anna desde el principio que se encontraba  extremadamente incómodo en las interacciones sociales, que le suponían todo un reto y que solo se exponía ellas cuando no le quedaba más remedio, mayoritariamente  por temas laborales.

Resultado de imagen de matematicasLa inteligencia de Ben era de tipo lógica y racional, no emocional. También le confesó a Anna desde el primer día que su coeficiente emocional era extremadamente bajo y por ello una de las muchas cosas que le atraían de Anna era precisamente que ella manifestaba lo contrario en ese área. Anna no acababa de entender muy bien esto último porque parecía que Ben sí supiera expresar emociones propias e interpretar las ajenas, también captaba bromas, sarcasmos, metáforas... si bien es cierto que otras muchas veces Ben abusaba de respuestas excesivamente asertivas y racionales cuando la situación obviamente requería una mayor empatía y emocionalidad. En muchas ocasiones también  era muy literal como resultado de no captar respuestas coloquiales, expresiones hechas...Eran pequeñas cosas que llamaban la atención de Anna pero no le suponían un problema, más bien le suscitaban curiosidad en un sentido positivo y le parecían graciosas. Algo muy destacable que Anna relacionaba con el tema de la inteligencia emocional era que Ben parecía ser una persona muy centrada en sí mismo y, aparentemente, no mostraba interés  las cosas de los demás, incluídas las de ella. Vamos, lo que viene siendo un muy bajo nivel de empatía. Anna lo hubiera tachado de egoísta pero el caso es que no podía porque no era esa su impresión. Se perdía, había cosas que chirriaban, que no entendía, como si faltaran piezas...
  
Ben siempre decía la verdad, era muy directo y no tenía filtros, lo que le convertía en una persona honesta y fiable. Poseía un sentido de la moral elevado.Además había algo muy curioso, parece ser que Ben poseía una hipersensibilidad fuera de lo común a los olores y al tacto.


Resultado de imagen de problemas interaccion socialBen le contó a Anna que   desde siempre había tenido problemas para relacionarse a nivel de amistad y a nivel romántico. Los motivos son obvios:por mucho atractivo físico y muy elevado coeficiente intelectual que uno tenga, la inteligencia emocional es imprescindible en este mundo y si careces de ella de forma significativa, los demás probablemente reacciónen con rechazo.No van a entender  que tu forma de vivir el mundo es diferente, ni mejor ni peor, distinta. A las personas nos cuenta aceptar todo lo que represente una diferencia, sobre todo si nos cuenta entenderla.

Cuando Anna se sentó frente a mí a ponerme al día y me preguntó que qué pensaba (mientras observaba su ilusión y entusiasmo  reflejados en su mirada y en cada palabra), le dije con toda sinceridad que sonaba muy bien pero también le comenté que las características que describía me recordaban a un determinado cuadro diagnóstico. Desde mi punto de vista Ben tenía muchos rasgos del Síndrome de Asperger y parecía entrar en el grupo de Asperger con altas capacidades (no todos lo son). Ella se quedó parada y me dijo que no era posible porque él sí captaba las emociones de ella muchas veces y sabía expresar las propias. Y le expliqué que hay niveles y que las personas con Asperger, con trabajo y mucho esfuerzo, son capaces de aprender a mostrar empatía. Con sus capacidades y lo que parecía ser una cultura del esfuerzo muy elevada, probablemente Ben aprendió a gestionar mejor el mundo emocional aunque aún así diste mucho del que cualquier neurotípico (persona sin ningún rasgo de espectro autista) posea.

Anna se fue pensativa tras nuestro café y me escribió  dos días después diciéndome que había hablado con Ben y  que, efectivamente, ese era el diagnóstico.  Cuando Anna le preguntó por qué no se lo había dicho antes, él, como buen Asperger, le respondió "No me lo habías preguntado hasta ahora".
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Esto no vale para una persona con Asperger porque tienen grandes dficultades para interpretar el lenguaje no verbal


Le expliqué a Anna que uno nace con el Síndrome de Asperger, que es una condición vital y no una enfermedad. Además, destacan en ellos unas cualidades muy importantes: mienten muchísimo menos que el resto (ojo, sí que tienen la capacidad pero no la suelen utilizar), son más leales, más nobles que el resto y con un sentido de la moral y ética elevado. Suelen ser muy organizados y metódicos. Cuando algo es objeto de su interés, pueden convertirse en verdaderos genios de la materia, como es el caso de Ben. Sin embargo, tienen importantes carencias a nivel social que deben de trabajarse para que puedan tener mayor calidad de vida y sentirse integrados en la sociedad.Tienen otras desventajas que comentaré en otro post pero el área social debido a su pobre gestion emocional es la principal. Hay que dejar claro que las personas con Asperger quieren tener amigos y relacionarse pero no saben y acaban aislándose  como consecuencia del rechazo social que les acompaña, en muchos de los casos, toda su vida.

Es muy importante el diagnóstico (por eso se lo hice saber a Anna) ya que requieren un trato diferente en muchas áreas, mayor paciencia, delicadeza y tolerancia para poder ayudarles y que tengan la oportunidad de aprender. Muchas situaciones van a causar frustración a los que vivan cerca de una persona con Asperger, si se tiene conocimiento de la situación y cómo funcionan, la comprensión de muchas de las circunstancias puede ayudar a disminuir el nivel de frustración de la pareja/amigos/familiares.Cuanto más informados estén sus allegados, mejor sabrán como manejarse con ellos y más probabilidades de éxito en cualquier tipo  de vínculo que se estableza.  
Qué decir que a día de hoy Anna se está volviendo una experta en el tema...




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Sara LLorens Aguilar
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