"No te entiendo ¿por qué me mientes? Sé que eres tú, te conozco" Lo dijo con un tono suave pero firme, frente a aquella mirada que hacía las veces de muro, ya se encargaba él de que eso fuera así.
Esta escena cualquiera entre dos personas, que no hace falta contextualizar porque no viene el caso, me sirve como introducción al tema del post de hoy: la mentira. ¿Por qué
mentimos? ¿Qué ventajas tiene mentir? ¿Es la mentira siempre un error? Por regla
general, todos asociamos la verdad a lo positivo, lo correcto, lo ético y la
mentira a algo negativo, inmoral. Lo correcto es decir siempre la verdad
¿no nos enseñan eso a todos desde pequeños? Pero decir la verdad en todas y cada una de las ocasiones puede no ser siempre la opción más humana o la más sana. Fíjate bien que ya no digo la opción más beneficiosa o inteligente (que es obvio) sino la más sana.
*Protegerse a sí mismo y/o a los demás.
*Evitar consecuencias negativas.
*Conseguir lo que deseamos.
*Integración social.
¿Para qué mentimos?
Mentimos para protegernos a nosotros mismos: desde mi punto de vista el autoengaño es la mayor de las mentiras, la que más practicamos. Y como no, la practicamos para protegernos y esa protección a veces nos ayuda a motivarnos para conseguir un objetivo, a salir de un bache emocional, a arriesgarnos a salir de la zona de confort.... A veces nos sale bien y el autoengaño cumple su función, otras no sale bien y nos damos de bruces contra la realidad teniendo que readaptar nuestros esquemas. En cualquier caso, el autoengaño es necesario para la supervivencia. Sin embargo hay que tener cuidado con las mentiras que nos contamos a nosotros mismos, porque a veces pueden representar un muro tanto a la propia felicidad como a nuestro bienestar físico y emocional (No hace mucho escribí un post dedicado únicamente a este tema, si te interesa pincha aquí)
Mentimos
por deseabilidad social: mentimos para encajar e
integrarnos en el grupo, en la sociedad. Filtramos la realidad para ser
aceptados, deseados, destacados...De hecho, el relativamente novedoso término de sincericidio (suicidio social debido ser excesivamente sincero con
los demás) es un buen ejemplo de lo
anterior. Hay cosas que conviene no decir, en una gran mayoría de las
situaciones conviene filtrar. Si nos ponemos exquisitos, hasta los filtros de Instagram podrían entrar
en este apartado, al fin y al cabo son mentiras no verbales con el objetivo de gustar
más o destacar más.
Instagram: sarallorenspsicologa
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