La montaña rusa emocional del Asperger


Tal y como dije en el último post, hoy continuamos con el Síndrome de Asperger (SA) en adultos. En este caso quería hablar de las reacciones emocionales negativas  de las personas con AS ante situaciones  que considera conflictivas. Me gustaría explicarte que caracterizan a  estas reacciones y cuáles suelen ser las causas de las mismas.

Las personas con SA llevan mucho peor que el resto la sensación de pérdida de control. Si ya para cualquier persona neurotípica (NT) suele ser bastante estresante la sensación de no controlar una situación o no tener el control de su propia vida, imagina para una persona que vive en un mundo cuyas reglas parecen hechas para todos salvo para uno mismo. Reglas que no entiende pero que tiene que cumplir sin tener las habilidades para ello. Es como si midieras 2 metros y vivieras en un mundo dónde nadie pasa de 1,50. Todos te miran y no entienden porque eres como eres. Y no puedes entrar en los sitios ni otro sinfín de cosas porque todo está hecho para personas de una estatura diferente a la tuya.  Puedes agacharte para entrar en algunos sitios (como las personas con AS aprenden por imitación  ciertos comportamientos para desenvolverse mejor) pero ¡no puedes cortarte las piernas! ¡No puedes y nunca podrás medir menos de lo que mides! Pues ésa es la idea. Un mundo hecho a medida para otros pero no para mí.

Esto les lleva a tener unos niveles basales de estrés bastante más elevados que el resto de la población. Por eso las personas con AS suelen necesitar una rutina/orden muy precisos y un tanto exagerados en ocasiones: porque es una manera de sentir que controlan el mundo en el que les ha tocado vivir. Consiguen sensación de orden y control internos a través de esas rutinas y manías. Y de ahí a que reaccionen muy mal cuando se ven obligados a interrumpir o cambiar dichas rutinas.

En general, los hombres con AS (ya comenté que me referiría siempre al género masculino por ser la gran mayoría de casos de AS) suelen caracterizarse por reaccionar de forma explosiva cuando  se  sienten atacados o sienten que no controlan la situación.  Esto suele pasar de forma frecuente debido, entre otras cosas, a su hipersensibilidad a las críticas (sean reales o no) y a sus dificultades en la comunicación. Y cuando hablo de comunicación me refiero tanto a expresar lo que piensan/sienten, como a interpretar lo que el otro hace o dice. Es una mezcla bastante explosiva que muchas veces da lugar a reacciones poco deseadas, especialmente si se vive con uno como pueda ser el caso de la pareja. Las reacciones de enfado o ira  suelen caracterizarse por:

  - Parecen  “Venir de la nada”, es decir, por ser poco comprensibles e ilógicas desde el punto de vista de la persona NT.

- Suele haber violencia verbal en bastantes casos.

- Como aparece, desaparece. A los segundos o minutos la persona se calma y para él es como si no hubiera pasado nada y actúa como tal, pero para la pareja suele ser devastador.

Este tipo de situaciones, al ser frecuentes, pueden hacer que la pareja NT acabe dudando de sí misma y de su propia salud mental. Obviamente la seguridad de una misma así como la autoestima disminuyen, incluso llegando a provocar estados depresivos importantes (recuerda el post del Síndrome de Casandra). Si la persona NT no sabe que su pareja tiene AS, puede llegar a pensar que ella misma está perdiendo la cabeza.

En otras ocasiones, el hombre AS no reacciona de forma iracunda o explosiva sino todo lo contrario: a través del silencio, el aislamiento y levantando muros. Esto no es sino otra forma más de expresar ira, de defenderse de un supuesto ataque castigando al otro pero esta vez a través de los muros del silencio y el distanciamiento emocional (más si cabe). Todos sabemos que esto puede también ser muy doloroso, a veces incluso más que una explosión de ira, en la que al menos tenemos la oportunidad de saber lo que él otro piensa y siente.

La gestión emocional de alguien AS suele ser extremadamente difícil para la propia persona cuando se relaciona con el mundo exterior. Estas reacciones de ira o aislamiento no son un capricho. Esto no quiere decir que siempre les justifiquemos y que no puedan mejorarlas porque pueden. Por eso es tan importante el diagnóstico y cuanto más temprano, mejor. Se ha comprobado que cuando la persona con AS sabe lo que tiene, le puede poner nombre, en la mayoría de casos tiene un resultado positivo. Ya no piensa que el problema ES él, sino que es algo que él TIENE. La diferencia es muy importante y puede representar un gran alivio para ambos miembros de la pareja.  En la terapia se trabajará mucho el área comunicacional, estableciendo pautas de interacción que se adapten a las características AS para así poder disminuir la cantidad de conflictos debidos a una comunicación inconscientemente inapropiada debido a  ignorar lo que realmente ocurría. Y por supuesto, para que esto funcione, también es esencial que se ACEPTE el diagnóstico.

 

 Sara LLorens Aguilar

 sllorens@cop.es

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