Hace poco terminé un libro que te recomiendo: El espejo del cerebro de
Nazareth Castellanos. En él nos habla de los beneficios de la meditación, ya no
solo a nivel psicológico sino también en los cambios en el cerebro que produce
a medio plazo. Supe de ella hace un par de años, tras haber leído El maestro del corazón de Annie Marquier, que también recomiendo por la
temática y por cómo está escrito. Me puse a investigar más sobre las evidencias
científicas acerca de lo que Marquier comentaba en su libro… y fui a dar con un
vídeo de la Dra. Castellanos que me gustó bastante y la sigo de cerca desde
entonces. En su libro se explica igual de bien que en sus vídeos y tiene algo
que a mí siempre me gusta a la hora de seguir la trayectoria de algún
profesional: notas que cree que en lo que hace.
Así
pues, he pensado que estaría bien transmitirte algunos de los datos más
interesantes que menciona en su libro y si quieres saber más sobre el tema, ya
sabes un poco por dónde empezar:
Lo primero a destacar es algo que sí sabemos la mayoría: gran parte del tiempo la pasamos en piloto automático, es decir sin “estar” realmente en lo que hacemos. Parece ser que en un estudio llevado a cabo sobre el tema por la Universidad de Harvard se comprobó que cuanto más tiempo de nuestras vidas estamos en piloto automático, el grado de satisfacción vital es menor. Es decir, es importante para nuestro bienestar aprender a prestar atención a lo que hacemos. Cuando hacemos algo, sea lo que sea (desde fregar los platos, hasta estudiar o hablar con alguien, da igual), deberíamos intentar focalizarnos al máximo posible en ello intentado evitar “irnos a otros mundos” mientras llevamos a cabo la acción.
Se
ha demostrado que modificando y corrigiendo nuestra respiración, se
producen modificaciones en la memoria, atención y la expresión de las emociones.
También se ha observado que las personas acostumbradas a meditar tienen la corteza prefrontal más gruesa y con más actividad. Esto se traduce en que estas personas tienen más cantidad de neuronas que se encargan de la atención y concentración que aquellos que no meditan.
Otro
dato interesante: se ha demostrado que la práctica de la meditación lleva a un
aumento de actividad y de grosor de la corteza
cingulada anterior, parte del cerebro que se encarga de hacer consciente lo
inconsciente, lo que se traduce en que la gente que medita tiene más
facilidad para detectar cuando se está distrayendo y redirigir su atención
donde tenga que hacerlo. Desde mi punto de vista esto podría ser
especialmente beneficioso para las personas con especial tendencia a
rumiar y en personas con trastornos depresivos y/o de ansiedad en los que la
rumiación está especialmente presente. Y en el Trastorno Obsesivo Compulsivo,
por supuesto.
Este
dato importante, ya no solo sobre los cambios a nivel cerebral sino en el resto
del cuerpo: la meditación regular hace que la actividad del corazón se vuelva más compleja y regulada.
Lo
que sorprende más es que también hay estudios que han demostrado que la
meditación lleva a cambios estructurales y de actividad en la ínsula, que es la encargada de funciones tan
importantes como: la idea que tenemos de nosotros mismos, la
metacognición, la sonrisa, las decisiones, la detección de errores, la
percepción de la música y el instinto maternal. Esto, como señala la
autora, implicaría que la meditación también ayuda al cambio en cómo
nos percibimos a nosotros mismos. Es decir, el autoconcepto de aquellos que
meditan mejoraría en comparación a aquellos que no lo hacen, pudiendo dar lugar
a efectos beneficiosos a nivel de autoestima y todo lo que esto conlleva.
Estos
son solo algunos de los datos interesantes que menciona en el libro pero realmente
hay mucha más información, que además explica muy bien y de forma muy accesible.
No solo trata de la meditación y sus beneficios sino de cómo funciona nuestra
mente, que nunca deja de sorprender ¡Muy recomendable si te interesan estos temas!
sllorens@cop.es
Excelente información
ReplyDeleteMe ha encantado el artículo.
ReplyDeleteSaludos de una psicologa en madrid