Hoy quiero escribir sobre un tema
que me parece fascinante desde que supe de él y es la relación entre la psique y
el corazón: cómo las investigaciones en neurociencia de la última década han
demostrado que existe una clara comunicación entre mente y corazón. Y lo
más importante: qué implicaciones tiene esto en nuestra vida. Ya escribí hace
un tiempo sobre ello. Y ahora, tras lecturas varias sobre el tema, vuelvo a la carga
porque me parece bastante maravilloso a la par que significativo que,
finalmente era verdad: nuestro corazón influye
significativamente en nuestra forma de pensar, sentir y actuar. Una vez
más la realidad supera la fantasía. Y en este post en concreto quiero céntrame en
un elemento en concreto: la Variabilidad de Frecuencia Cardíaca y su relación con
nuestro estado mental-emocional.
Variabilidad de Frecuencia
Cardíaca (VFC) ¿Qué es esto?
¿Cómo afecta la VFC en
nuestras emociones?
Las investigaciones sobre el tema han estudiado el impacto que nuestros pensamientos y emociones pueden tener sobre la VFC. Curiosamente parece ser que la emoción de alegría es la emoción que más aumenta la VFC y sin embargo, emociones como el miedo o la rabia la disminuyen. Esto se traduce en que la alegría contribuiría al buen estado de nuesto corazón mientras que emociones como el miedo o la rabia podrían perjudicar la capacidad de respuesta cardíaca.
Además, también se ha visto que las
personas cuya VFC es mayor, tiene una mayor capacidad de regular sus emociones.
Y por contrapartida se ha observado que aquellos cuya VFC es más baja en reposo,
tiene más dificultades para regular y controlar su estado emocional.
También parece ser que una elevada VFC está relacionada con una mayor tolerancia y una mejor gestión de las situaciones estresantes.
¿Cómo afecta la VFC en nuestra
capacidad cognitiva?
Y con la parte más cognitiva los resultados no son menos interesantes. Se han observado relaciones interesantes entre la VFC y ciertas capacidades cognitivas. Es más, concretamente se ha observado como una mayor VFC se asocia a:
- Mayor coeficiente intelectual.
- Mejor memoria.
- Mejor procesamiento del lenguaje.
- Mayor capacidad de atención.
¿Qué tiene que ver la VFC con
nuestra capacidad de percepción del mundo externo?
Aquí me paro pero el tema volverá
a salir con toda seguridad. Te animo a que si te interesa, busques más sobre ello porque es muy interesante todo lo que se está descubriendo desde las
investigaciones actuales y vale la pena dedicarle un tiempo si te gusta el tema. Al final, empirismo y romanticismo se acaban reencontrando.
Da que pensar...
Instagram: sarallorenspsicologa
sllorens@cop.es
Gran informacion muy util.
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