Si sigues el blog, ya sabrás que
actualmente estoy haciendo un doctorado sobre Trastorno Obsesivo Compulsivo.
Llevo los últimos cuatro años dedicando parte de mi tiempo a llevar a cabo una
investigación sobre temas que hasta ahora apenas han sido estudiados en el área
del TOC. Escribo ahora este post a modo de recordatorio porque
estamos en la parte final de la recogida de voluntarios y agradeceríamos que si padeces este trastorno, echaras un vistazo a este
enlace por si te apetece participar. La
colaboración consiste en completar unos cuestionarios y realizar una entrevista
conmigo (por Skype o presencial) y por supuesto es totalmente anónima. Como en
todo estudio de investigación de este tipo, cuantos más participantes, mejor.
No me voy a andar con tecnicismos, únicamente voy a dedicar este post a
recordar la principal razón por la que llevo a cabo esta investigación para que
seas consciente de la importancia que puede tener tu aportación al estudio. Vamos con ello.
Si bien actualmente existen
tratamientos relativamente eficaces para
el Trastorno Obsesivo Compulsivo, todos los que estamos metidos en este campo,
tanto pacientes como profesionales, sabemos que
estos tratamientos pueden mejorarse. Un porcentaje relativamente elevado
de la población clínica (personas que padecen TOC) no encuentra mejoría significativa con los tratamientos actuales.
Nos guste o no esto es una realidad. Según mi experiencia práctica en el día a
día con el TOC, podría dividir en cuatro grupos a los pacientes según su
adaptación al proceso terapéutico:
- Los que se adaptan fácilmente. La terapia fluye, no sólo la entienden rápido desde la teoría sino que la llevan con relativa facilidad a la práctica. Con sus pequeños baches pero hay una mejora más o menos constante y suele asentarse en el tiempo. No me he puesto a hacer un estudio estadístico de la gente que pasa por mi consulta pero tampoco lo necesito para saber que este grupo es el más pequeño.
- Los que tienen muchas subidas y bajadas, les cuesta bastante llevar a la práctica la terapia porque el miedo es atroz pero ahí siguen, trabajando, y suelen conseguir mejoras significativas aunque el proceso sea más largo y costoso que en el anterior grupo. Este es el grupo en el que entraría la gran mayoría.
- Los que no mejoran porque quieren conseguir su objetivo sin cambiar sus métodos. O no quieren aceptar que padecen un TOC. O... (que también pasa) se esconden tras un supuesto diagnóstico de TOC huyendo del problema real.
- Los que no obtienen mejoras significativas a pesar de trabajar bien (mucho y con constancia)
Y ahora cojo al último grupo y me
pregunto ¿por qué? Lo estamos haciendo
todo como toca, el paciente y yo. Entonces ¿por qué no mejora? ¿por qué se me
atasca? ¿qué falta? ¿o qué sobra? Cambiamos de estrategia...modificamos eso, esto
otro... Y nada. Atascados. La Exposición con Prevención de Respuesta (EPR)
siempre está presente en todas mis intervenciones. Desde mi punto de vista, sin
EPR, no hay mejoras. Luego ya flexibilizaremos sobre cómo llevarla a cabo pero
tiene que estar presente en la terapia. No obstante, lo que a mí me más interesante
me resulta como profesional es la terapia cognitiva y cuando la utilizo con los
pacientes de este grupo, no deja de
asombrarme ( ¡aún a día de hoy!) la fuerza con la que se agarran a sus
argumentos, ninguno de los cuales se basa
en su propia realidad. Es como vivir en dos mundos paralelos, el tuyo y el de
su TOC.
¿Por qué con el mismo trastorno,
incluso con TOC similares, unos pacientes mejoran y otros no?¿Por qué un paciente se aferra a
unas obsesiones y no a otras? ¿por qué algunas intrusiones se quedan en eso y
otras se convierten en obsesiones? ¿Tiene esto relación cómo percibe su propia
identidad? ¿ por qué me fío más de lo que me dice mi imaginación que de mi
propia realidad? ¿cómo es posible que dé más credibilidad al tipo de persona
que me daría miedo ser que a la persona que en realidad soy? ¿Qué relación
tiene esto con mi autoestima? Estas son algunas de las preguntas que nos
planteamos en nuestro estudio. Las respuestas son importantes porque nos pueden
ayudar a modificar y/o completar los tratamientos actuales que a día de hoy siguen teniendo carencias. Vamos, a responder a algunos de los interrogantes.
Por esta razón, si padeces TOC o conoces a alguien que lo padezca y quiera prestarse a colaborar (¡cualquier difusión es bienvenida!),te agradecería que te pusieras en contacto escribiendo un email a: sllorens@cop.es
Por esta razón, si padeces TOC o conoces a alguien que lo padezca y quiera prestarse a colaborar (¡cualquier difusión es bienvenida!),te agradecería que te pusieras en contacto escribiendo un email a: sllorens@cop.es
Con posibilidad de terapia on-line |
Únete a nuestro grupo en Facebook
Sara LLorens Aguilar
sllorens@cop.es
www.profesionaldelapsicologia.es
Comments
Post a Comment