En alguna ocasión anterior hemos hablado del fenómeno
de disociación ¿Y qué era eso? Las experiencias nuevas suelen integrarse en la
memoria a través de emociones, pensamientos y conductas asociadas a dichas
experiencias. Cuando se da una situación traumática que choca contra los
esquemas cognitivos existentes de la persona, la integración en la memoria consciente
de esta experiencia puede no llevarse a cabo correctamente y "salir de vez
en cuando" en situaciones similares a la traumática o momentos de estrés, produciendo
malestar intenso y confusión. Digamos que son recuerdos, sentimientos y
conductas que no se han procesado de forma consciente como toca y resurgen
en contra de la voluntad de la persona y fuera de su control, produciendo
daño emocional intenso y conductas disfuncionales. Para que me entiendas, es
como si vivieras algo que a tu mente y a todo tu ser "le viene
grande" y como no puede encajar la pieza del puzle donde toca, esta queda
suelta sin encontrar su sitio y molestando al resto.
¿Qué caracteriza a un trastorno disociativo?
Según el DSM-5, para calificarse como tal hemos de encontrar las
siguientes características básicas: la interrupción y/o discontinuidad en la
integración normal de la conciencia, la memoria, la identidad propia y
subjetiva, la emoción, la percepción, la identidad corporal, el control motor y
el comportamiento.
¿Hay mucha gente que los sufre?
Se calcula que alrededor de un
2.5% de la población sufre un trastorno
disociativo (la misma cifra que en el
Trastorno Obsesivo Compulsivo. Es decir, mucha gente...)
¿Cuáles son los principales trastornos disociativos? Según el
DSM-5, estos serían los principales:
Trastorno de identidad disociativo (también llamado Trastorno de Personalidad Múltiple):
consiste en la perturbación de la identidad por la presencia de dos o más
estados de la personalidad bien definidos y lapsus recurrentes en la memoria de
acontecimientos cotidianos o la información personal importante y/o sucesos
traumáticos incompatibles con el olvido ordinario.
A mí personalmente me fascina la idea de que alguien
pueda dividir su self, su identidad,
de la manera en la que se supone que este trastorno lo hace. Sin embargo existe
mucha polémica en torno a él en el mundo de la psiquiatría y la psicología, ya
que muchos profesionales dudan de que este trastorno realmente
exista. Tanto el trastorno de identidad
disociativo como la amensia
disociativa se relacionan más con experiencias traumáticas en la infancia, y más concretamente con el abuso sexual, pero no siempre tiene que ser estas la causa para el desarrollo del trastorno.
Amnesia disociativa: consiste en la incapacidad para recordar información personal
importante, generalmente de naturaleza traumática o estresante, que es
incompatible con el olvido ordinario (despistes, pequeñas lagunas de memoria que todos tenemos de vez en cuando en la vida cotidiana). Como comenta el DSM-5, la
información que no se recuerda suele ser de carácter autobiográfico, es decir,
personal. Además, las lagunas pueden abarcar desde unos minutos u horas hasta años de vida de la persona, esto
dependerá de cada caso. En ocasiones la amnesia disociativa puede ser de carácter
permanente pero no siempre es así y bien trabajado (o incluso a veces de forma
espontánea) la persona puede llegar a recuperar los datos perdidos.
En el DMS-5, la fuga disociativa se considera un subtipo de amnesia disociativa. En ella la persona hace viajes repentinos e inesperados lejos del hogar y luego no se acuerda de lo que ha hecho ni lo que ha pasado.
En el trastorno de identidad disociativo también podemos encontrarnos amnesia disociativa a la par, y si es el caso, el diagnóstico principal siempre será el primero, es decir, primará el trastorno de identidad disociativo.
En el trastorno de identidad disociativo también podemos encontrarnos amnesia disociativa a la par, y si es el caso, el diagnóstico principal siempre será el primero, es decir, primará el trastorno de identidad disociativo.
Trastorno de despersonalización/ desrealización: presencia persistente
o recurrente de despersonalización, desrealización o ambas. La despersonalización consiste en experiencias de irrealidad, distanciamiento, o
ser un observador externo respecto de los pensamientos, los sentimientos, las
sensaciones, el cuerpo o las acciones de uno mismo. La desrealización
consistiría en la experiencia de
irrealidad o distanciamiento respecto al entorno y la gente lo suele describir "como si estuviera en un sueño pero estando despierto". En ambos casos se mantiene el
sentido de la realidad.
Tanto la despersonalización como
la desrealización son dos fenómenos disociativos que también forman parte del día a día de muchas de las personas con trastornos de ansiedad, por ejemplo son manifestaciones frecuentes en el
trastorno de pánico. Son llamativos pero sin embargo suelen ser comunes y no
son graves en estos casos. Sin embargo, es comprensible que a muchas personas les asusten estos fenómenos cuando los experimentan y crean que están perdiendo la cabeza o ideas similares.
Para desmentir estas creencias en este tipo de casos, el uso
de experimentos conductuales es muy útil.
Al igual que la amnesia disociativa, este trastorno también suele darse con frecuencia en los casos de trastorno de identidad disociativo.
Otro trastorno disociativo especificado: presentaciones en las que
predominan los síntomas disociativos pero que no cumplen con todos los criterios
de ninguno de los trastornos de la categoría diagnóstica de los trastornos
disociativos y el clínico opta por comunicar el motivo específico del cuadro
clínico.
En próximos posts iremos comentando los principales trastornos disociativos con mayor profundidad y su tratamiento en consulta.
Sara Llorens
Aguilar
sllorens@cop.es
Instagram: sarallorenspsicologa
Con posibilidad de terapia vía Skype |
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